Jóvenes argentinos hacen proselitismo político por Fernández

Una multitud de jóvenes avanzan decididos por la avenida bajo una tenue llovizna. Agitan banderas, golpean bombos y reparten panfletos.

No están «indignados» como muchos de su generación en España, Italia, Estados Unidos, y otros lugares contra la banca privada o los gobiernos de turno. De hecho, los jóvenes argentinos hacen campaña política a favor del oficialismo.

Lo más probable es que el domingo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner gane las elecciones presidenciales por un amplio margen debido a que ha conquistado a la generación de argentinos que nació después de una dictadura, culpable de interrumpir el peronismo, ideología que ha influenciado el actual gobierno.

¿Cómo? Inspirando a lo jóvenes para que cambien el stauts quo, al igual que soñaban los militantes de la misma generación de Fernández hace casi 40 años. «Todo el mundo se asombra en la Argentina de la incorporación de los jóvenes a la política», dijo la presidenta. «No, no tienen que asombrarse de ninguna manera, porque cuando renace la utopía allí indefectiblemente siempre están los jóvenes».

Una decena de agrupaciones políticas cuyos miembros no superan, en promedio, los 30 años apoyan a Fernádez, y han cobrado un notable y real protagonismo en el último año. Entre ellos están La Cámpora y la JP (Juventud Peronista).

La Cámpora debe su nombre al ex presidente Héctor Cámpora, elegido en marzo de 1973 y que puso fin a 18 años de anti-peronismo y quien, a los pocos meses, renunció para darle paso al propio Juan Domingo Perón.

Fernández es especialmente popular entre las personas de 25 y 34 años, según la encuestadora privada Managment & Fit. El 32,8% aprueban la gestión de la presidenta y es el segmento poblacional dónde Fernández tiene la mejor imagen.

«La juventud organizada ¡es la fuerza de Cristina!, la que está en primera línea de defensa y la que lleva con orgullo la bandera de la profundización de este modelo», arengó el líder Andrés Larroque, de 34 años, en un acto reciente.

Sin embargo, su importancia no es númerica sino cualitativa pues la lealtad de los jóvenes garantiza la continuidad del proyecto político kirchnerista y, en últimas, su permanencia en el poder después de 2015, cuando concluya el segundo mandato de Fernández.

«(Después de su elección) se abrirán disputas internas…», dice Mariel Fornoni, analista de la firma encuestadora. «El desafío político es cómo podrá mantener el poder. Por eso ella valora tanto la lealtad».

Para Leandro Lopina, un militante de 29 años, «los jóvenes somos la garantía de que esto se puede continuar y también mejorar porque obviamente que hay cuestiones pendientes».

El kirchnerismo «prende tanto porque hay un contraste muy grande con las anteriores administraciones del país y el desastre que hicieron», dice Lopina.

El ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) ya había invitado a los jóvenes a militar en su movimiento, pero fue Fernández quien se apoyó en ellos después de enviudar el 27 de octubre de 2010.

«Fue el primer proyecto político que le abrió las puertas a la juventud y no para darle un pequeño ámbito de militancia para pavadas sino que realmente se nos incluyó en el eje de la disputa política», dice Lopina, referente del grupo Néstor Kirchner Vive, creado en su honor. «Es muy importante el apoyo de la juventud a este proyecto».

El espacio que les ha otorgado no es simbólico ni representativo. Es tangible y se ha traducido en representatividad política y en puestos de enorme responsabilidad: un miembro de La Cámpora maneja la estatal Aerolíneas Argentinas y otro fue designado representante del estado en la junta directiva del poderoso conglomerado Techint.

Por orden presidencial, una veintena más fueron incluidos en listas de candidatos a legisladores nacionales y provinciales del oficialismo.

Cristina Fernández

«Cristina se rodea de La Cámpora porque no confía en nadie, ni en los políticos, ni en sus ministros», dijo el analista político Jorge Giacobbe. «Son el entusiasmo y la inexperiencia».

Fernández cuenta con una intención de voto del 50% para las elecciones del domingo, según distintas encuestas independientes entre seisJUVWE competidores más que no superan el 16% de intención cada uno.

Los mayores de 60 años, beneficiarios de una ley impulsada por el kirchnerismo que fija dos aumentos anuales de jubilaciones y pensiones, también apoyan a la presidenta. El 53,5% de 1.200 consultados entre 60 y 74 años van a votar por Fernández, dijo un estudio de Graciela Romer & Asociados.

La seducción juvenil también ha sido posible por los relatos sobre la militancia de Fernández en la JP de los años 70 y en la antesala de una de las más sangrientas dictaduras de Latinoamérica, que dejó unos 30.000 desparecidos.

«Me dan mucha envidia», dijo la presidenta hace un año en un discurso que líderes juveniles destacan como un hito. «Cuando yo fui joven como ustedes, cuando junto a miles y millones de argentinos apostábamos a un país diferente, no tuvimos la suerte que tienen ustedes hoy de vivir en un país con todas las libertades».

Toda una generación de jóvenes, entre ellos Fernández, creció en el seno de familias peronistas que escalaron socialmente gracias a las medidas populistas impulsadas por Juan Domingo Perón y Evita desde 1946.

Con el golpe militar de 1955, esos grupos se quedaron sin representación política al ser proscrito el peronismo.

Mientras en la región cobraban fuerza los movimientos de izquierda y la teología de la liberación, los jóvenes argentinos veían en la figura de Perón –exiliado en España– la esperanza del cambio y se lanzaron a la lucha armada contra los militares que impedían su regreso.

A fines de 2006, Kirchner recibió como obsequio de manos de la familia la banda y el bastón presidencial que fueron de Cámpora. Ese mismo día le pidió a los jóvenes que se organizaran políticamente.

«Aquello que recuperamos, aquello que fundó Juan Perón, que Evita le dio el espíritu, que Néstor recuperó y que hoy vivimos gracias a Cristina obviamente que volverá a ser atacado por aquellos intereses de la anti patria», dijo Larroque, secretario general de La Cámpora y candidato a diputado nacional, ante cientos de militantes. «Nosotros tenemos que convertirnos en guardianes del legado de Néstor y soldados de Cristina».

«La Cámpora nace desde el Estado, con funcionarios y recursos del Estado, pero no tiene un accionar militante en territorio», dice el periodista y escritor Marcelo Larraquy. «Nace de arriba hacia abajo, repiten un discurso único sin cuestionamientos. (En cambio), la JP nace de la resistencia, de la lucha contra la dictadura por la vuelta de Perón».

Aquellos jóvenes cuestionaban al poder en la décadada de los 70. Los kirchneristas se «lucran» con él, agregó Larraquy.

Además de La Cámpora, hay otros grupos de jóvenes sin vínculos con el gobierno que militan a su favor en las redes sociales y con métodos no tradicionales. Y lo hacen porque los Kirchner les devolvieron la confianza en la política tras la crisis de 2001.

«Con el estallido del 2001 el mensaje a nuestra generación era que nos teníamos que sacrificar», dice Sebastián Zabalia, 30 años, en referencia a Néstor Kirchner, y que es líder de Militancia Kreativa, un espacio que apuesta por nuevas formas de militancia política. «Estábamos empezando a salir al mercado laboral y nos decían ‘todos los sueños que ustedes tienen se van a terminar. No sueñen más’. Y a los dos años aparece un tipo que nos dice: ‘Vengo a proponerles un sueño’ y no se quedó en eso», «Era inevitable que te vieras involucrado en ese proyecto».

A medida que la economía del país se fue reactivando, lo que para algunos economistas ha sido mérito del gobierno actual y para otros una simple consecuencia del precio récord que alcanzaron las materias primas en el mercado mundial, los Kirchner alentaron las negociaciones entre sindicatos y empresarios para mejorar salarios, le otorgaron una subvención de 63 dólares por hijo a cada familia de bajos recursos, y destinaron millonarios subsidios de transporte y servicios públicos.

La economía creció 7,61% anual en promedio en los últimos ocho años, según datos oficiales. La tasa de desempleo se redujo de 20,4% en 2003 a 7,3% en el segundo trimestre de 2011.

En 2003 el índice de pobreza alcanzaba al 54% de la población contra el 8,3% del primer semestre de este año. Otros estudios dicen que la tasa actual de pobreza ronda el 20%.

«Vivo en un barrio de casas bajas y muchos talleres», dice La Pipi, líder popular del kirchnerismo en las redes sociales. «Y vi como se fueron bajando sus persianas y la calle se llenó de pibes (jóvenes) drogándose con la crisis de 2001. Y después vi que las persianas se empezaron a levantar y los pibes ya no estaban ahí sino yendo a trabajar a las fábricas».

La Pipi, de 36 años, cuya identidad mantenemos en el anonimato porque trabaja en comunicaciones de una importante compañía y teme que la despidan por su militancia, dice que «hay que seguir formándose como cuadros políticos y técnicos. Es tomar el desafío pero en serio. No perdiendo el tiempo en las redes sociales».

Mientras otros de sus compañeros repartían folletos, ella, refugiada tras los parlantes que reproducían discursos de la gobernante y sentada frente a su computadora personal, pidió a sus 10.000 seguidores en Twitter y a otros tantos de su blog que difundieran la consiga «Sumarse al Futuro», espacio virtual de su autoría «para compartir nuestros sueños para los próximos cuatro años de gobierno nacional y popular».

«Cristina te llena la plaza de pibes (jóvenes) y es un quilombo (lío)», dice la militante. «Somos la garantía de la lealtad». AP

 

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