Un grupo anarquista denominado «Comando Autónomo Voltaire Argandoña/F.A.I-F.R.I» reivindicó hoy el ataque con un artefacto explosivo al diario La Tercera el pasado martes y amenazó a sus periodistas.
La reclamación aparece este sábado en el sitio hommodollars.org, que ha publicado otras demandas similares relacionadas con acciones terroristas anteriores.
El pasado martes, una bomba detonó en el frontis del Grupo Copesa que publica los diarios La Tercera, La Cuarta, La Hora y Revista Qué Pasa, destruyendo varios ventanales, pero no provocó desgracias personales.
Este sábado, en el sitio virtual de los anárquicos, estos califican al inmueble periodístico como «cuartel de un selecto grupo de periodistas que ejecutan una importante tarea complementaria para el ejercicio del poder en Chile».
«Con Dolor, pena, rabia e impotencia momentánea vimos, a través de sus páginas, cómo durante el año 2007, horas antes de la ofensiva policial, sin pruebas sustanciales expusieron la integridad de los compañeros Juan Aliste Vega, Marcelo Villarroel, Freddy Fuentevilla y Carlos Quiduleo».
Añade la reivindicación que «soportamos la sentencia anticipada del bullado ‘Caso Bombas’, ante la evidente coordinación entre los empleados de este edificio y las policías, para lograr un clima social favorable a ese linchamiento público desde el 14 de agosto del 2010».
El denominado «caso bombas» se refiere a la colocación desde el año 2006 de más de 160 artefactos explosivos artesanales frente a empresas, iglesias, bancos y edificios públicos, que causaron varios heridos leves y un fallecido: un joven anarquista muerto en 2009 al estallar la bomba que transportaba en una mochila una noche en el centro de Santiago.
En esta línea, el pasado 4 de octubre, el Ministerio Público (Fiscalía) chileno retiró la acusación por asociación ilícita terrorista contra 13 personas procesadas en el marco del llamado «caso bombas», que investigó la instalación de decenas de artefactos explosivos en la capital chilena.
En el sitio ‘hommodollars.org’ el grupo sostiene que el alcance de su acción trasciende a la ruptura de sus ventanales y busca ir más allá de los daños materiales producidos en el frontis de ese edificio y provocar una sensación de inseguridad como institución, y específicamente en su vanguardia policial.
Indica que «(los periodistas) Andrés López, O. Fernandez, Sebastián Labrín y el célebre testigo protegido Max Frick, ha sido la principal motivación que nos unió como grupo informal que se ha propuesto individualizar en estos periodistas la responsabilidad de cada uno en los hechos ya mencionados. Aténganse a las consecuencias», advierte el Comando.
En el sitio virtual se lee, además, «la sencillez es nuestra mejor arma. La pólvora es tan simple de fabricar, que sólo necesitamos ingresar a locales comerciales y desembolsar muy poco dinero».
«Con menos de cinco mil pesos levantamos de su cama a Cristián Bofill, director ejecutivo de Copesa, hicimos hablar al repugnante y acongojado Andrés Chadwick (ministro portavoz) y al detestable, preocupado y víctima del ‘bullyng politico’, Rodrigo Hinzpeter (ministro del Interior), y pusimos el grito en el cielo del gremio internacional del periodismo progresista, cómplice de la democracia», añadió. EFE
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