CARACAS (AP) — El presidente Hugo Chávez promulgó el sábado una reforma a la ley de arrendamientos inmobiliarios que apunta a proteger a aquellos arrendatarios incapaces de comprar viviendas, aunque sus críticos dicen que amenaza la propiedad privada y advierten que acentuará la escasez habitacional en lugar de ayudar a resolver el problema.
La ley de arrendamientos inmobiliarios, aprobada a finales de octubre por la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional, extrema los controles sobre los alquileres, ordena la venta de los inmuebles arrendados, y amplía las sanciones que recaen en gran medida sobre los propietarios. Además, incluye el pago de elevados impuestos para las viviendas desocupadas.
«Esta Ley no se fraguó desde el odio ni el revanchismo», dijo el mandatario durante un maratónico mensaje a la nación transmitido por radio y televisión.
«Estoy seguro de que (los propietarios) no se dejarán envenenar por los ataques de la burguesía. La Ley es para protegerlos y darles seguridad jurídica», destacó.
Además el gobernante emitió un decretó que norma la creación de un fondo para los inquilinos y pequeños arrendatarios, que estará destinado a facilitar la adquisición, o rehabilitación de viviendas en casos especiales.
Las principales organizaciones de empresarios del sector inmobiliario rechazan la reforma legal y han anunciado que acudirán al Tribunal Supremo de Justicia y a instancias internacionales para denunciar la ley.
El oficialismo impulsó la reforma legal en el congreso como parte de las acciones que está desarrollando el gobierno para hacer frente al grave problema del déficit de vivienda, que se calcula en más de dos millones de unidades habitacionales.
Chávez, quien busca la reelección por tercera ocasión, es criticado por sus opositores por no abordar el tema adecuadamente durante 12 años en el poder. El mandatario ha prometido construir al menos dos millones de viviendas en los próximos seis años.
En las montañas que rodean Caracas se alzan barriadas pobres con viviendas inestables. Fuertes lluvias y deslaves arrastran con frecuencia algunas casas y dejan cientos de personas sin hogar, lo que exacerba en Venezuela la endémica escasez de viviendas a precios accesibles, un antiguo problema agravado por una década de inadecuada construcción de nuevos inmuebles.
Según cifras de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, el gobierno de Chávez construyó cerca de 284.000 viviendas entre 1999 y el 2010, un fuerte descenso respecto de las 490.000 viviendas construidas por el sector público durante la década anterior de 1989-1998.