Latinoamérica da vida a la CELAC

CARACAS (AP). Líderes de América Latina y el Caribe inauguraron el viernes una cumbre para establecer formalmente un nuevo bloque regional sin Estados Unidos ni Canadá, que los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador esperan que sustituya eventualmente a la OEA.

Se espera que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) quede constituida luego de dos días de revisión de sus estatutos por sus 33 países miembros. El organismo nace con el objetivo de proyectar la región ante el mundo y de convertirse en un mecanismo más representativo y efectivo para resolver conflictos, promover el desarrollo económico y combatir la pobreza.

Chávez, quien abrazó uno por uno a los líderes en la ceremonia inaugural, en su discurso de bienvenida expresó que «estamos poniendo aquí la piedra fundamental de la unidad, la independencia suramericana. La unidad sólo nos hará libres».

El mandatario venezolano advirtió que hay que trabajar esa unidad suramericana con voluntad. «A Bolívar no le faltó la voluntad ni hasta el último suspiro», pero su sueño de unificar América del Sur fracasó y murió pobre y odiado en 1830.

«Yo estoy seguro de que no nos van a descarrilar, que no va a triunfar de nuevo la cizaña, la intriga que le permitió al ‘monroísmo’ imponerse y sepultar bien hondo el proyecto de Bolívar» y de otros.

El presidente de Nicaragua Daniel Ortega afirmó que América Latina y el Caribe deben garantizar que la política de intervención de Estados Unidos en la región, declarada por el presidente estadounidense James Monroe en 1823, nunca se reviva.

«Estamos dictándole la sentencia de muerte a la Doctrina Monroe», dijo Ortega.

Muchos líderes se refirieron también el legado de Bolívar de lograr finalmente una mayor unidad regional.

«Esta comunidad nos permite sumar y articular esfuerzos, encontrarnos en nuestras diferencias para respetuosamente impulsar nuestras amplísimas coincidencias y recordar las palabras que nos legara el Libertador Bolívar en su proclama poco antes de morir en 1830: ‘Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión’. Esta es la unión a la que aspiramos», dijo el presidente mexicano Felipe Calderón en un discurso repetidamente interrumpido por aplausos.

Correa, Chávez y Castro, al comienzo de la Cumbre.

Chávez y Correa esperan que la nueva entidad eventualmente sustituya a la Organización de Estados Americanos (OEA).

El mandatario venezolano dijo en la víspera a periodistas que la CELAC «es algo muy distinto a la OEA. Y yo, mi opinión personal, es que a medida que pasen los años, la CELAC va a ir dejando atrás a la vieja y desgastada OEA», organismo al que tildó de haber sido manipulado por Estados Unidos.

El presidente cubano Raúl Castro, cuyo país fue expulsado de la OEA en 1962, afirmó a su arribo el viernes que el nuevo bloque «se puede considerar el acontecimiento más grande de los últimos 200 años».

Castro además condenó los ataques aéreos de este año de la OTAN en Libia, al calificarlos como un crimen, y dijo que América Latina y el Caribe deben declararse un «territorio de paz y libre de militares extranjeros».

El presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien es un aliado de Estados Unidos pero también mantiene relaciones cordiales con Chávez, dijo que la «CELAC no nace contra nadie».

El asesor especial del presidente Barack Obama y director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Dan Restrepo, dijo que Estados Unidos está observando hacia dónde se dirige la CELAC.

«Vamos a ver en qué dirección va. Hay un sector que quiere un proyecto antiamericano y eso no es sostenible. Hay otros que quieren utilizarlo para enfrentar los retos que tienen», expresó Restrepo en un encuentro con periodistas en Miami.

Otros mandatarios aspiran a que la CELAC tenga un enfoque más orientado hacia el diálogo y la concertación.

El gobierno brasileño esta particularmente interesado en diseñar una estrategia común para enfrentar el impacto de la crisis financiera global. Se espera que Brasil asuma un papel relevante en el bloque.

La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff. A lo lejos, Felipe Calderón.

América Latina y el Caribe como región experimentó un crecimiento económico de más de 5% el año pasado, y sus líderes están buscando formas de fortalecer aún más sus economías al fomentar las industrias locales y reducir las importaciones de fuera de la región.

«Nosotros podemos construir una integración que sea realmente productiva y que nos lleve al crecimiento de nuestras economías, y también que nos lleve a un proceso que no sea la explotación de un país por otro», dijo la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en Caracas.

Con la CELAC «nuestros países están mostrando esa vocación para crear un futuro común… sin injerencias de cualquier tipo», comentó.

Recordó «que hace 200 años, Caracas surgía como un farol por la lucha de la independencia… yo creo en el sueño de Bolívar» de que las naciones americanas «podían gobernarse y podían de forma autónoma desarrollarse».

El presidente chino Hu Jintao, en un comunicado leído por el presidente Hugo Chávez, se manifestó convencido que «la creación de la CELAC contribuirá de forma significativa al fortalecimiento de la unión y la coordinación entre los países de la región para enfrentar conjuntamente los desafíos mundiales».

«China siempre aborda los vínculos de América Latina y el Caribe desde una perspectiva estratégica», comentó.

La nación asiática «está dispuesta a reforzar el dialogo, el intercambio y la cooperación con la CELAC y todos los países de la región, haciendo esfuerzos conjuntos a fin de establecer y desarrollar una alianza, bajo los preceptos de igualdad, beneficio mutuo y desarrollo compartido para la cooperación integral de China» con la región, añadió el escrito.

Las relaciones entre China y América Latina y el Caribe son crecientes y constituyen una alianza en la que el gigante asiático presta e invierte miles de millones de dólares en distintos países a cambio de un flujo garantizado de materias primas, en particular de petróleo.

Grupos de universitarios y opositores al gobierno venezolano colocaron en puentes y viaductos cercanos a los hoteles donde están alojados los mandatarios, carteles en los que se podía leer: «Presidentes bienvenidos a la capital del crimen» y «Rafael Correa devuelve los $ 3.000 millones (de dólares) de los venezolanos», en alusión a los secuestros, robos a mano armada y asesinatos que son frecuentes en Venezuela, así como a los millonarios acuerdos y donativos suscritos entre los gobiernos de Caracas y Quito.

Los carteles fueron rápidamente removidos por la policía, según imágenes de la televisora Globovisión.

* El periodista Pedro Mendoza, en Colombia, contribuyó con este despacho.

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