Nuevo presidente tunecino promete romper con el pasado

TUNEZ (AP) — El nuevo presidente tunecino, salido de las urnas, prometió este martes al jurar el cargo ser el líder de todos los tunecinos.

El veterano activista Moncef Marzouki, encarcelado reiteradamente por el antiguo régimen, dijo que romperá con el pasado tunecino de dictaduras y prometió a sus compatriotas el derecho a la enseñanza, trabajo, y cuidados médicos, además de la igualdad de derechos para las mujeres.

Los tunecinos derrocaron una larga dictadura en enero, lo que desató una hola de movimientos populares en favor de la democracia en toda la región.

En octubre, eligieron una asamblea constituyente encargada de redactar una nueva constitución y designar un nuevo presidente y un gabinete interino.

«Los tunecinos han demostrado al mundo que son un pueblo civilizado con la capacidad y recursos para superar todos los desafíos», indicó el nuevo mandatario, aunque reconoció la urgente tarea que se debe emprender para apuntalar una economía en caída libre. «El mundo árabe contempla la experiencia tunecina y su éxito será un modelo, mientras que su fracaso tendrá repercusiones negativas».

Marzouki prometió trabajar tanto con la coalición gobernante que lo eligió como con la oposición que votó en blanco en los comicios.

Los políticos opositores temen que las mayor parte del poder en la nueva república reside en manos del primer ministro y no es compartido con el presidente.

Marzouki, que tiene escaso poder real, pidió al oficialismo y la oposición «que demuestren un juego limpio y soluciones concretas» ante los muchos problemas que encara este país norteafricano de 10 millones de habitantes.

El alzamiento popular contra el presidente Zine El Abidine Ben Alí se debió en parte a problemas económicos, y en la actualidad unos 700.000 jóvenes, 200.000 con titulación universitaria, siguen sin trabajo.

Marzouki prometió fomentar las inversiones y el desarrollo en el interior, donde el 17 de diciembre comenzó la revolución que detonó el proceso conocido como la «Primavera Árabe».

El nuevo presidente debe designar a un primer ministro, que se prevé será Hamadi Jebali, del partido islamista moderado Ennahada, que ganó la mayoría de bancas.

El primer ministro tendrá plazo de 21 días para designar gobierno, que debe ser ratificado por el parlamento.

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