BOGOTA (AP) — Campesinos y rescatistas voluntarios trataban este miércoles de remover toneladas de tierra con picos y palas en busca de una docena de personas que se cree quedaron sepultadas por el derrumbe de una montaña en el suroeste del país.
El derrumbe causado por incesantes lluvias se produjo el lunes aproximadamente a las 18h00 en una zona rural del municipio La Cruz, unos 470 kilómetros al suroeste de Bogotá. Hasta ahora se han encontrado dos cadáveres.
Los equipos de rescate recuperaron en la jornada el cuerpo de un joven de 17 años identificado como Robinson Rosero, dijo en diálogo telefónico desde el sitio del derrumbe el coronel Mario Fernando Orozco, director de la Defensa Civil en el departamento de Nariño.
El martes los rescatistas habían hallado el cadáver de un niño de entre siete a ocho años, agregó el oficial.
Los trabajos de rescate se dificultaban no sólo debido al mal tiempo, con intermitentes lloviznas que incrementan los riesgos de nuevos deslizamientos, sino porque sólo utilizan palas y picos debido a que a la zona, enclavado en medio de la montaña y con caminos bloqueados por otros aludes, no puede llegar maquinaria pesada de remoción, explicó el jefe de la Defensa Civil de Nariño.
Las versiones de entre 14 a 15 personas tapiadas por el derrumbe provienen de vecinos de la zona que indicaron a las autoridades que al menos 11 estaban reunidos en una casa y otras cuatro en otra vivienda, añadió el funcionario.
El gobernador de Nariño, Antonio Navarro, dijo telefónicamente que por cálculos de técnicos de la Universidad de Nariño el derrumbe fue de unos 500.000 metros cúbicos de tierra. Un sector del pequeño poblado «está desaparecido» bajo la tierra y piedras.
La localidad rural, de unas 22 a 25 familias, había sido evacuada por las autoridades a inicios de año debido precisamente a los riesgos de derrumbes, pero Navarro dijo desconocer hasta ahora las razones por las cuales algunos moradores retornaron y cuándo lo hicieron.
El deslizamiento sepultó al menos dos viviendas y una escuela que estaba vacía, dijo el gobernador.
Navarro agregó que era aún muy pronto para decidir si se declaraba la zona como «campo santo» o un cementerio ante la imposibilidad de remover todo el derrumbe.
«Hay una gran solidaridad de la gente, son campesinos de la zona que voluntariamente esta trabajando» removiendo la tierra, al menos unas 300 personas, entre rescatistas de la Defensa Civil, bomberos y moradores de La Cruz, dijo el gobernador.
Temprano, Carlos Iván Márquez, director de la Agencia Nacional de Atención de Desastres, dijo en diálogo telefónico que 146 personas han muerto, incluyendo al niño de La Cruz, en la segunda temporada de lluvias, que comenzó el 1 de septiembre pasado. En el mismo lapso del 2010, las víctimas fatales fueron 80.
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