Ecuatorianas Pilar y Rosa Arévalo ganan «Gordo» de Lotería Española

Personas esperan Loteria Navideña de España. Foto de Archivo, La República.
A Pilar y Rosa Arévalo, madre e hija procedentes de Ecuador y que residen desde hace nueve años en Pinoso (Alicante) donde trabajan para el sector del calzado, les  ha correspondido un premio de 300.000 euros de un décimo que compraron recientemente en una visita al centro comercial. Han manifestado estar muy felices, pero han mantenido la serenidad y la tranquilidad en medio del alboroto que reinaba durante toda la mañana en este punto neurálgico de Alicante.
El premio ‘Gordo’ del sorteo de Navidad de la Lotería española, es el más popular y esperado del año, que en esta ocasión repartió 2.500 millones de euros (3.250 millones de dólares), que cayeron como lluvia de oro en un país inmerso en una profunda crisis económica.

Más de cuatro horas duró este sorteo que cada 22 de diciembre anuncia para muchos el comienzo de la Navidad, y que, por segundo año consecutivo, se celebró en el auditorio del Palacio de Congresos de Madrid.

El ‘Gordo’ o primer premio fue cantado por una niña ecuatoriana y un niño boliviano del Colegio de San Ildefonso, y estuvo dotado en esta ocasión con cuatro millones de euros (unos 5,2 millones de dólares) por serie, lo que significa que el dueño de un billete de un décimo cobrará 400.000 euros (520.000 dólares).

El número fue vendido en una administración del Municipio aragonés de Grañen, en la provincia de Huesca (noreste de España).

Un trabajador supervisa la colocación de esferas

Este pueblo apenas cuenta con 2.000 habitantes y se encuentra en la deprimida comarca de los monegros. Ahora, el «gordo más gordo» de la historia de la lotería de Navidad española ayudará a muchos agricultores a «aliviar» las fuertes inversiones acometidas en el campo.

Así, una familia de rumanos, propietaria del bar ‘Carlitos’ (como se llama el hijo más pequeño de la dueña) se encargó de repartir 38 series (o 380 décimos) del ‘Gordo’ de Navidad.

Según contó a la prensa Mijaela, hermana del pequeño Carlitos y camarera en el bar, la práctica totalidad de clientes del local son trabajadores o inmigrantes que se mueven por la zona y entre los que se distribuyó la práctica totalidad de los décimos que se pusieron en venta.

Entre ellos se encontraban Ana y Antonio, un matrimonio que regenta otro bar en una zona próxima y que saludaban a todos los vehículos que pasaban por la calle.

«Somos podridamente ricos», señaló Antonio, quien, al ser preguntado por sus planes más inmediatos, dejó salir de su garganta la palabra mágica: «un crucero».

Rosa Pons, la alcaldesa de Sodeto, un pueblo de 150 habitantes donde también se repartieron muchas participaciones del ‘Gordo’, señaló que en la localidad, que también vive de la agricultura y la ganadería, «se ha hecho un gran esfuerzo inversor en regadíos y la gente estaba preocupada y este dinero es una bola de oxígeno».

Olga, presidenta de la Asociación de Amas de Casa de la localidad, indicó que el «Gordo» les había proporcionado «muchísima felicidad», porque «nunca había pasado una cosa así» en el pueblo.

Esta vecina y su marido, Joaquín, desempleado como la hija de ambos, habían comprado participaciones de 45 euros con lo que se llevarán a casa más de 800.000 euros.

Joaquín llevaba quince días sin trabajo y el pasado 14 de diciembre terminó un contrato de obras, de ahí su doble alegría.

El 58.268 salió las 09h57 hora local (08h57 hora GMT) y fue cantado por la niña ecuatoriana María José Posligua y el niño boliviano Johan Fernández.

«Mi enano lo ha cantado, mi enano ha cantado el gordo», gritó en medio del salón de sorteos la joven dominicana Giselle, cuando se oyó el número del gran premio.

Ella no es la madre del pequeño, pero como si lo fuera. Es una amiga de la familia de Johan, quien, como ha señalado a la prensa, tras cantar el ‘Gordo’ y cumplir su «sueño de Navidad», ha sentido ganas de llorar.

La niña ecuatoriana María José también se emocionó, aunque lo pasó algo mal porque es más tímida: «He sentido mucha emoción, no esperaba cantarlo. Me daba mucha verguenza por todas las cámaras (de televisión), pero estoy muy contenta».

Johan y María José fueron dos de los 35 niños del Colegio de San Ildefonso encargados de «cantar» los números premiados, para lo que durante los últimos meses se sometieron a un entrenamiento muy intenso para afinar sus voces, templar los nervios y combinar disciplina y desparpajo.

Como ya ocurrió en los últimos años con este sorteo de cada 22 de diciembre, hoy hubo más niñas que niños, y también más inmigrantes, la mayoría latinoamericanos, que españoles.

El segundo premio del sorteo de Navidad, el 53.404, cayó en la localidad valenciana de Manises (este del país) y repartió 212 millones y medio de euros.

El tercer premio repartió 8 millones de euros en Santander y Liérganes (norte de España), la mayor parte en participaciones vendidas por una asociación cultural que compró casi 150 décimos del número 2.184.

La lista de los premios principales se completó con dos cuartos premios y ocho quintos premios, cada uno de los cuales se llevó 60.000 euros por serie (6.000 euros cada décimo). EFE

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