Mueren siete civiles en ataque suicida contra la OTAN en Afganistán

Al menos siete civiles perdieron la vida este jueves en un atentado suicida en el sur de Afganistán cuyo objetivo era un convoy de la misión de la OTAN en el país (ISAF), informaron el organismo militar y una fuente oficial afgana.

Un portavoz de la ISAF, que prefirió no ser identificado, explicó que el ataque tuvo lugar cerca del aeropuerto de la ciudad meridional de Kandahar, capital de una provincia con el mismo nombre.

«Un terrorista suicida hizo estallar un coche bomba en la entrada del aeropuerto» cuando fuerzas de la OTAN estaban abandonándolo, dijo la fuente.

El portavoz de la Alianza Atlántica agregó que en el ataque no fallecieron miembros de la ISAF y aseguró que las víctimas mortales fueron civiles, aunque no precisó el número exacto.

En un comunicado, la oficina del gobernador regional de Kandahar cifró en siete los civiles muertos en la explosión, incluidos mujeres y niños, y en ocho los heridos.

En declaraciones a la agencia local AIP, un portavoz talibán, Yusuf Ahmadi, atribuyó al movimiento integrista la autoría del ataque, cuyo objetivo eran «las fuerzas extranjeras», y añadió que el mismo fue llevado a cabo por «un residente de Kandahar».

Esta acción ocurre después de que ayer al menos 11 personas, muchas de ellas civiles, murieran en otros dos atentados con bomba perpetrados contra la administración y las fuerzas de seguridad afganas en la vecina provincia de Helmand.

Los atentados suicidas y las bombas camineras son los métodos más utilizados por los insurgentes talibanes en su lucha por derrocar al Gobierno de Afganistán y forzar la salida de las tropas extranjeras del país, pero en la práctica causan muchas víctimas civiles.

La insurgencia tiene presencia en todo el territorio afgano pero los sucesos violentos son más habituales en el cinturón suroriental fronterizo con Pakistán, en el que predomina la etnia pastún, a la que pertenecen los talibanes.

Kandahar, en concreto, está considerado el bastión espiritual del movimiento integrista talibán.

Las tropas de la OTAN comenzaron el pasado julio a retirarse gradualmente de Afganistán y a transferir la responsabilidad de la seguridad al Ejército y Policía afganos.

El proceso, que debe concluir en 2014 si se cumplen los plazos previstos, llega en medio de un recrudecimiento del conflicto. EFE

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