Santos visita a uniformados liberados por las FARC

BOGOTA (AP)El presidente colombiano Juan Manuel Santos visitó este martes a los diez uniformados liberados ayer por las FARC tras 12 años de cautiverio.

Los seis policías y cuatro militares «ojalá que sean los últimos secuestrados de las FARC y que esta organización cumpla con su palabra, cumpla con su palabra de no volver a secuestrar nunca, jamás», dijo el presidente en una declaración ante reporteros a las puertas del hospital de la policía.

El tema de las liberaciones, reiteró el mandatario, «es un paso que valoramos, valoramos en su dimensión, pero como lo dije también ayer (lunes) no es suficiente. Queremos ver muestras más fehacientes de su verdadera voluntad de terminar con este conflicto«, aseguró.

Santos ha reiterado tales demandas de que los rebeldes cesen con los secuestros y ataques armados, sobre todo a objetivos civiles, para eventualmente considerar un diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El mandatario, junto al ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y los altos mandos de la fuerza pública, visitó temprano en el hospital de las Fuerzas Militares a los cuatro uniformados y posteriormente fue a reunirse con los seis policías en el centro médico policial.

Dijo que uno de los policías, el sargento José Libardo Forero, le regaló un bolígrafo que forró en tela bordada por él mismo durante su cautiverio.

Fue, dijo el presidente, un regalo que le dio el policía como muestra de agradecimiento a nombre de los secuestrados.

«Lo voy a guardar por el resto de mi vida», dijo Santos.

Al oír las historias del cautiverio de los diez hombres, que cayeron en poder de los insurgentes en distintos ataques a puestos de la policía y el Ejército entre 1998 y 1999, y ahora mirar la felicidad de esos uniformados y sus familias, «se le arruga a uno el corazón».

«Uno piensa lo que debe ser cualquier persona catorce años encadenado, secuestrado, eso tiene un impacto muy profundo en el alma, en el corazón de cualquier persona», aseguró el presidente.

Temprano, el hospital policial emitió un breve comunicado dando cuenta de que los seis agentes están en «buenas condiciones generales».

Dos de ellos, el intendente Wilson Rojas Medina, de 41 años, y el sargento César Augusto Lasso, de 47, sufren de hipertensión arterial y un tercero, el intendente Jorge Romero, de 49, padece de bronquitis crónica, de acuerdo con el parte médico.

Aún se desconoce cuándo se les daría de alta.

Se espera también un parte médico del hospital militar.

El general Alejandro Navas, comandante de las fuerzas militares, dijo a los reporteros a su ingreso al hospital del Ejército que desde el mismo lunes a las 18 horas (23h00 GMT) se reanudaron las operaciones militares en un área de 11.400 kilómetros cuadrados en el sur del país y donde habían sido suspendidas el domingo, también a las seis de la tarde, como garantía de seguridad para hacer las entregas de los uniformados.

El general Sergio Mantilla, comandante del Ejército, indicó que estaban listos para ofrecer «un ramillete de ofertas» tanto laborales como para las familias de los cuatro militares liberados, aunque no dio detalles.

Mantilla dijo que la captura de esos hombres, tanto los de la policía como del Ejército en distintos ataques a fines de los año 90 por parte de las rebeldes FARC, fue «un golpe duro» para las filas.

Pero ahora, «tenemos un país totalmente diferente al que teníamos en esas épocas aciagas», añadió.

La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien estuvo secuestrada seis años hasta su rescate en julio del 2008, dijo en la jornada que las FARC «tienen que ser consecuentes. Si han anunciado que van a suspender los secuestros extorsivos tienen que liberar a las personas que aún retienen y no pedir nada a cambio. Yo creo que eso es lo primero que tenemos que exigir».

En una entrevista desde Nueva York con el noticiero RCN de televisión, Betancourt puso en duda «las buenas intenciones de paz» de la jefatura máxima de los guerrilleros que aseguran que no secuestran por dinero pero dejan «la puerta abierta para secuestrar por motivos políticos».

«Estoy segura que el presidente de la República tiene claro a dónde va y cuáles son las exigencias preliminares que se tienen que hacer…así que confiamos que estamos por buen camino», dijo la ex rehén, quien conoce y trabajó con Santos desde los años 90 en el Ministerio de Comercio Exterior.

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