Los franceses habilitados para votar en los territorios de ultramar comenzaron a emitir su sufragio el sábado por el presidente Nicolas Sarkozy o su rival socialista Francois Hollande, en una liza que podría afectar desde la lucha contra la crisis de la deuda soberana europea hasta la duración del contingente expedicionario francés en Afganistán.
Los últimos sondeos indican que Sarkozy ha ganado terreno a su rival socialista antes de los comicios del domingo en Francia — aunque siguen apuntado a una victoria de Hollande. La campaña electoral y los sondeos de opinión han sido suspendidos hasta que se conozcan, el domingo por la tarde, los resultados de la segunda ronda electoral.
Sarkozy pronosticó una «sorpresa» y Hollande pidió al electorado que evite la complacencia en una campaña dominada por el temor al desempleo, la inmigración y el futuro económico de Francia.
Hollande pasó el fin de semana en Tulle, la aldea en el centro de Francia de donde fue representante y otrora alcalde. Al saludar al electorado en un mercado, Hollande dijo «confiar aunque no estar seguro» de ser el próximo presidente de Francia.
«Aguardaremos al domingo, y hablo solamente del domingo. El lunes será otro día», dijo Hollande.
Sarkozy pasó la jornada con su familia en París.
Conforme a las leyes electorales francesas, la votación comenzó el sábado en los territorios franceses de ultramar y embajadas, comenzando en las islas de Saint Pierre y Miquelon — frente a la costa atlántica de Terranova.
El resultado electoral incidirá en las gestiones de Europa para contener la crisis de la deuda soberana, la duración de la permanencia militar francesa en Afganistán y el desempeño diplomático y militar de Francia en el mundo.
Sarkozy, detestado por muchos franceses por su manejo de la economía, prometió que podría ganar el domingo. El mandatario dijo el viernes a la radioemisora Europe-1, que dependerá si los franceses acuden a las urnas en unas elecciones en que los sondeos de opinión fueron siempre favorables a Hollande.
Empero, pareció más resignado ante una posible derrota.
El viernes, ante la pregunta de qué hará si pierde, Sarkozy respondió que «simplemente habrá un traspaso del poder».