Nueva mayoría legislativa en Irán podría complicar poder de Ahmadineyad

Teherán, 26 may (EFE).- La novena legislatura del Parlamento consultivo de la República Islámica de Irán se constituye mañana con una amplia mayoría de diputados afines al líder supremo del país, ayatolá Ali Jamenei, y como una sombra hostil al Gobierno del presidente, Mahmud Ahmadineyad.

La característica más destacada de la nueva Cámara es que 196 escaños, más de dos tercios de los 290, los ocuparán diputados que nunca han tenido un puesto parlamentario y pueden dar sorpresas con sus posturas, ya que cada uno es elegido de manera independiente, sin estar sometido a disciplina de grupo.

Sin embargo, su adscripción a listas previas, sus manifestaciones y su militancia permiten encajar a casi un 80 % de ellos en las filas de los ultraconservadores principalistas, agrupados alrededor de Jamenei y enfrentados al entorno de Ahmadineyad, al que tachan de desviacionista.

Las diferencias ideológicas entre una y otra parte son escasas, pero están enfrentados sobre todo desde que Jamenei desautorizó al presidente en abril del año pasado, al restablecer en su puesto al ministro de Inteligencia, Heydar Moslehi, un clérigo incondicional del líder, horas después de ser destituido por Ahmadineyad.

El entorno de Ahmadineyad es acusado por los principalistas de desviarse del sistema islámico y poner en cuestión la primacía religiosa en el régimen teocrático y, también, de irregularidades y de corrupción en el Gobierno, lo que ha llevado a decenas de seguidores del presidente a la cárcel o a los tribunales.

Ahmadineyad está empeñado en retirar de inmediato los subsidios a los productos energéticos y básicos para abrir la economía, a lo que la legislatura saliente se ha opuesto y es previsible que lo haga la entrante, al considerar que esta medida dispararía la inflación y podría poner en peligro el equilibrio del país.

En todo caso, los intereses de cada diputado pueden dar sorpresas y los apoyos de Ahmadineyad y de otros grupos ahora encubiertos podrían ser más amplios de lo que muestran los primeros indicios, en una Cámara elegida, en principio, en el ámbito político más restringido en los 33 años de historia de la República Islámica.

Con la oposición no religiosa proscrita, los reformistas islámicos marginados y en su mayoría partidarios del boicot a los comicios y con los seguidores de Ahmadineyad denostados por sus rivales, la línea clerical chií de Jamenei parece optar por una radicalización política y social.

Todo esto apunta a que Ahmadineyad tendrá graves problemas con el Legislativo, sobre todo en materia económica, en el año que le queda en la Presidencia, pese a que ha insistido en los últimos días en que «no hay distancia entre el Parlamento y el Gobierno», con la aparente intención de atraerse a los nuevos diputados.

Dentro de la lucha interna por el poder, Ahmadineyad también ha intentado captar para su bando a mandos militares, en especial de los Guardianes de la Revolución, que además de la fuerza e influencia política, han adquirido un enorme poder económico.

En política exterior, las conversaciones nucleares con las potencias del Grupo 5+1 y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) han mostrado, sin embargo, una nueva cara del entornó de Jamenei, normalmente reacio a compromisos con Occidente, que ahora ha tomado las riendas de la negociación y parece dispuesto a llegar a acuerdos.

Como principales aspirantes a ocupar la Presidencia de esta legislatura están Gholam Ali Hadad Adel, consuegro de Jameneí y el diputado más votado en Teherán, y el actual jefe del Parlamento, Ali Lariyani, que también tiene una enorme influencia en el país y en el sector principalista del régimen.

Mañana, en la sesión de constitución del Parlamento, el ayatolá Mohamadi Golpayegani, representante del líder supremo, leerá un mensaje de Jamenei a la Cámara, a la que también se dirigirá el presidente Ahmadineyad, en presencia del jefe del Poder Judicial y de las cabezas de los influyentes consejos de la República Islámica.EFE

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