Plan uruguayo de legalizar marihuana desata intenso debate

Montevideo,  (EFE).- El plan uruguayo de legalizar la marihuana para combatir el narcotráfico y la delincuencia fue rechazado hoy por centros de rehabilitación de drogadictos del país y desató un intenso debate entre los expertos, mientras aparecen las primeras críticas desde el extranjero.

Melissa Cuadro, portavoz de la Fundación Manantiales, indicó hoy a Efe que «no están dadas las condiciones» para aplicar esa iniciativa, anunciada como parte de un paquete de medidas contra la inseguridad en las calles, y consideró que el proyecto «debería someterse a decisión popular, a un referéndum».

El Gobierno uruguayo anunció el miércoles su intención de que el Estado asuma un control «estricto» de la producción y la distribución de la marihuana, con el fin de contrarrestar el consumo de pasta base de cocaína, una droga más dura y adictiva, asociada al aumento de la delincuencia juvenil.

Actualmente en Uruguay el consumo de marihuana no está penado, pero sí su producción y comercialización.

Nicolás Fabicius, exdrogadicto y coordinador de la ONG Remar, opinó que «no porque se legalice la marihuana se va a evitar la adicción», tras relatar que él mismo comenzó consumiendo esa droga.

Breccia, que tiene rango de ministro, reveló haber fumado en una ocasión marihuana y haber disfrutado su consumo, aunque aclaró que no lo hace habitualmente.

El funcionario, de 65 años y que es doctor en Derecho, señaló que la experiencia que tuvo fue «satisfactoria» pues sintió «paz, tranquilidad, alegría».

En tanto, desde Brasil, donde participa en la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible Río+20, el presidente de uruguayo, José Mujica, señaló al diario O Globo que «la idea no es liberar» esa droga sino «al contrario», controlarla «a través de una red estatal de distribución».

El Estado, según Mujica, va a tener el control de la calidad, la cantidad, el precio y un registro de los consumidores y el producto.

Desde el mismo foro, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, criticó después la medida con el argumento de que «si un país legaliza y el otro no, se genera una distorsión».

El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, indicó en Montevideo que Uruguay no pretende «la promoción del uso de la marihuana», sino «plantear los riesgos y los daños que genera», y reveló que el modelo en el que se inspira es Holanda.

La propuesta uruguaya parte de la premisa de que el consumidor de marihuana acaba cayendo en drogas más duras, por tener que acudir a comprarla en el mercado clandestino.

Según el Ejecutivo, que pretende lanzar una campaña a favor de la legalización en foros internacionales, Uruguay no quiere repetir la «dramática situación» que genera el narcotráfico en países como México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Brasil y Ecuador.

Según datos oficiales unas 300.000 personas, casi el 10 por ciento de la población, admiten haber consumido alguna vez marihuana y entre 127.000 y 150.000 lo hacen con regularidad, lo que genera un negocio de 75 millones de dólares anuales.

Parlamentarios de distintos partidos presentaron el año pasado dos proyectos de ley para legalizar el cultivo de cannabis para uso personal, propuesta que el Gobierno rechaza por temor a convertir al país en un centro de distribución regional. EFE

SME

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