Venezuela, Bolivia y Argentina tampoco reconocen a Franco

Caracas, Buenos Aires, La Paz, 22 jun.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo hoy que no reconoce al «írrito e ilegal» Gobierno que se instaló en Paraguay y calificó de «bochornoso» el juicio político que terminó con la destitución del mandatario Fernando Lugo y la asunción del hasta ahora vicepresidente Federico Franco.

«El Gobierno venezolano, el Estado venezolano, no reconoce a ese írrito e ilegal e ilegítimo Gobierno que se instaló en Asunción», declaró Chávez en el palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo) antes de la llegada de su colega de Irán, Mahmud Ahmadineyad.

Por su parte, la presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo a los periodistas que su país «no va a convalidar el golpe de estado en Paraguay».

Para la mandataria argentina, lo sucedido hoy en Asunción es «inaceptable» y afirmó que su país no va a reconocer al nuevo Gobierno paraguayo, encabezado por el hasta hoy vicepresidente, Federico Franco.

«Sin lugar a dudas hubo un golpe de Estado», dijo la mandataria en declaraciones publicadas en el sitio web de la Presidencia argentina. Fernández consideró que el juicio político que llevó adelante el Congreso paraguayo a Lugo fue «un ataque directo a las instituciones».

Indicó que Argentina asumirá «una postura mancomunada» con su par de Brasil, Dilma Rousseff, frente a esta situación, pero señaló que no va a adelantar su posición sobre la posible expulsión de Paraguay del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) hasta que no haya una posición consensuada con ese bloque regional.

Mientras que el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo este viernes que su gobierno no reconocerá al nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, y condenó el “golpe congresal” contra, segun una entrevista difundida por la agencia gubernamental de noticias boliviana, citada por el diario paraguayo ABC.

* Con información de EFE

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2 Comments

  1. Estos tiranos «revolucionarios» del ALBA, interpretando a su conveniencia aquello que es privativo del pueblo paraguayo representado por sus senadores.

    Pintorescos personajes. Fernando Lugo aceptó la decisión del congreso de su país y los chiflados del ALBA no. Claro, para los dictadores sólo cuenta su poder personal. Para éstos, los congresos sólo son parte del disfraz de la democracia.

    Habrían querido que el Congreso Paraguayo sea como la Asamblea Ecuatoriana: un dócil rebaño de eunucos.

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