El mayordomo del Papa Benedicto XVI, encarcelado por la filtración de documentos que provocaron un escándalo en El Vaticano, fue puesto en arresto domiciliario el sábado, mientras se acerca la decisión de si es acusado formalmente.
Paolo Gabriele fue arrestado el 23 de mayo bajo sospecha de haber robado y filtrado documentos en un caso que ha avergonzado al Papa al exponer corrupción y luchas de poder dentro de los más altos círculos de la Iglesia.
Se le permitió a Gabriele volver a su casa familiar, dentro del Vaticano, en espera de una decisión sobre si tendrá que enfrentar un juicio, dijo en un comunicado el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.
Los abogados de Gabriele dijeron a reporteros que el mayordomo ha cooperado en todo con la investigación y que estarán listos para enfrentar un juicio en caso de que haya una acusación formal. Negaron, asimismo, que Garbiele fuera parte de una conspiración.
«No hay redes o planes dentro o fuera del Vaticano en relación con Paolo Gabriele», dijeron los abogados Carlo Fusco y Cristiana Arru, citados por la prensa italiana.
Los abogados dijeron que les gustaría tener la oportunidad de pedir el perdón al Papa.
«Ahora, claramente, necesitamos sopesar la oportunidad para tal gesto», dijeron.
En tanto, un panel especial de cardenales ha informado al Pontífice sobre su propia investigación de los asuntos internos de la Santa Sede.