EEUU: Reñida lucha por la presidencia a 100 días de los comicios

Sumamente reñida y profundamente divisiva, la contienda por la presidencia de Estados Unidos entra a sus últimos 100 días como un choque gigantesco en torno a puntos de vista sobre la economía, cuyo desenlace probablemente dependerá de los próximos debates, la última cifra del desempleo y las acciones frenéticas para movilizar a los electores.

Parecería una elección para todo el país pero sólo unos ocho estados decidirán quién ocupará la Casa Blanca.

Las encuestas muestran que la contienda entre el presidente Barack Obama y el aspirante republicano Mitt Romney está prácticamente pareja en varias partes del país, así como en esos estados decisivos donde los dos aspirantes y sus aliados vierten dinero en mensajes televisivos, en su mayor parte críticos del rival, con la intención de modificar opiniones y lealtades.

Los dos contrincantes intensificarán su presencia ante los votantes en las semanas venideras, a sabiendas de que una gran parte del público sólo pondrá verdadera atención hasta después del Día del Trabajo, el 3 de septiembre.

En ese lapso, el electorado verá algo muy semejante a lo que ha estado ocurriendo hasta ahora: una amarga y áspera disputa personal en torno a en quién se puede confiar para que reactive la economía.

Obama, por ejemplo, aprovechó su mensaje sabatino por radio e internet para responsabilizar a los republicanos de un estancamiento que podría costarle a los estadounidenses un aumento de impuestos al año próximo, y además le envió un golpe a Romney sin mencionarlo por su nombre.

«Los republicanos en el Congreso y su aspirante a presidente creen que la mejor forma de crear prosperidad en Estados Unidos es dejar que gotee desde arriba», exclamó.

«Creen que si nuestro país gasta billones (de dólares) en recortes fiscales para los acaudalados, de alguna manera crearemos empleos, incluso si tenemos que pagarlos destripando cosas como la educación y la capacitación, y subiéndole los impuestos a la clase media. Están equivocados», agregó.

Los estados más disputados son Colorado, Florida, Iowa, Ohio, Nevada, Nueva Hampshire, Carolina del Norte y Virginia. Pensilvania es también una zona en juego.

Desde que se impuso en las elecciones primarias del Partido Republicano, Romney ha pasado más tiempo en reuniones privadas con donadores y con su familia que cortejando a los electores. Se espera que cambie de táctica cuando regrese de una gira internacional e intensifique sus mensajes proselitistas y su presencia directa con el electorado.

De aquí a la convención republicana que formalizará su candidatura a finales de agosto, Romney tiene previsto seleccionar a su aspirante a vicepresidente, una decisión que suele significar un empuje temporal y aviva la campaña.

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