MOSCU (AP) — Los cuerpos de dos mujeres asesinadas fueron encontrados en Rusia junto con un mensaje que exigía la libertad de las integrantes de la banda punk Pussy Riot, informaron las autoridades este jueves.
Aunque un investigador ruso alertó que el asesino posiblemente trató de despistar a la Policía, la supuesta relación entre el asesino y los manifestantes que se oponen al presidente ruso Vladimir Putin fue inmediatamente abordada en los medios rusos y por simpatizantes del gobierno.
Algunas publicaciones tuvieron encabezados que afirmaban que los simpatizantes de Pussy Riot «cometieron» o «inspiraron» los homicidios. La cobertura estuvo llena de los términos negativos que usa la televisión y los medios oficialistas en sus notas sobre el juicio de las manifestantes.
Este mes una corte de Moscú sentenció a tres integrantes de Pussy Riot a dos años en prisión por interpretar una «oración punk» contra el presidente Vladimir Putin en una catedral de la capital en febrero. Su juicio, considerado por muchos como una maquinación del Kremlin, llevó a protestas internacionales y celebridades como Paul McCartney pidieron la liberación de las punk.
El abogado de las integrantes de la banda dijo en Twitter que los homicidios eran «o una provocación horrenda o se trata de un psicópata».
«Lamento que algunos locos estén usando el nombre de Pussy Riot», dijo el abogado Nikolai Polozov, citado por la agencia noticiosa Interfax.
La Comisión Investigadora de Rusia dijo que las mujeres, que tenían 76 y 38 años, fueron asesinadas la semana pasada en su apartamento en la ciudad de Kazan y el mensaje que se encontró decía «Liberen a Pussy Riot» en inglés en una de las paredes, «presumiblemente» escrito con sangre.
La substancia con la que fue escrito el mensaje aún no ha sido confirmada, según un comunicado.
La agencia no reveló el nombre de las mujeres ni detalles sobre su ocupación o si tenían alguna relación con la banda. El tabloide ruso Lifenews citó a un investigador no identificado quien dijo que los rostros y los cuerpos de las víctimas estaban desfigurados por los múltiples golpes que recibieron.
Un investigador en Kazan dijo que el asesino era un psicópata o un drogadicto que trató de encubrir el crimen atribuyéndoselo a los simpatizantes de la banda.
El asesino estaba «tratando de evitar las sospechas» al despistar a la Policía, dijo a la televisión el investigador Andrey Sheptitsky.
Sin embargo, en los medios rusos no hubo tanta precaución.
Kristina Potupchik, una conocida bloguera pro-Putin, dijo en un mensaje que los simpatizantes de la banda «no podrán salirse con la suya» tras los asesinatos. También los comparó con el asesino estadounidense Charles Manson, quien usó la sangre de sus víctimas para escribir mensajes.
Dmitry Tsorionov, el líder de un grupo de jóvenes ortodoxos que ha atacado a los simpatizantes de Pussy Riot, afirmó que ellos son capaces de cometer «cualquier» crimen.
«La fuerza infernal que los impulsa odia a Dios, a los creyentes y a la humanidad en general», dijo Tsorionov a Interfax el jueves. «Esta gente es capaz de cometer cualquier crimen y sólo la fuerza y la ley pueden detenerlos».