Santos designa negociadores para diálogos con las FARC

BOGOTA (AP) — El presidente Juan Manuel Santos designó este miércoles a un veterano político como jefe negociador de los diálogos de paz con las FARC e incluyó en la delegación oficial a un ex director de la policía nacional y a un ex comandante de las fuerzas militares.

El jefe de la delegación oficial será el ex vicepresidente y ex ministro del Interior Humberto de la Calle, quien estaba junto al mandatario. En total serán seis negociadores encabezados por De la Calle, dijo Santos en la casa de gobierno.

De la Calle estará acompañado por el ex director de la policía, general Óscar Naranjo, y el general en retiro del ejército y ex comandante de las fuerzas militares, Jorge Enrique Mora Rangel.

También será negociador el líder gremial Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, dijo Santos.

La delegación quedó conformada también por el asesor de seguridad del gobierno Sergio Jaramillo, ex viceministro de Defensa, y Frank Pearl, ex alto consejero de paz en el gobierno anterior y hasta la semana pasada ministro del Ambiente.

A Jaramillo y Pearl se atribuye toda la primera fase de contactos con las FARC que desembocaron en la firma de un acuerdo marco para iniciar negociaciones de paz en Oslo, Noruega, en la primera quincena de octubre.

Santos, quien desde que llegó al poder en agosto de 2010 no había designado oficialmente a un Comisionado de Paz, indicó que Jaramillo venía desempeñando ese papel informalmente pero que «a partir de este momento va a ser nombrado en propiedad como Comisionado de Paz».

Aparte de Cuba y Noruega, Santos ha dicho que también Venezuela y Chile serán acompañantes del proceso, pero no ha dado precisiones sobre el rol de cada país.

El canciller chileno Alfredo Moreno dijo al diario El Mercurio que fue Santos quien llamó al mandatario Sebastián Piñera «solicitándole su colaboración en el tema y donde le explicó en qué consistía… El presidente (Piñera) le señaló inmediatamente que el gobierno de Chile iba a hacer todo lo posible para colaborar».

Explicó que ser un país acompañante significa «estar ahí en las negociaciones, es estar siempre disponible para las partes y por ejemplo ser un proveedor de opiniones, consejos, ayuda logística» y añadió que de momento no estaba previsto que Chile prestara su territorio para los diálogos.

En un acto posterior en la casa de gobierno, Santos dijo que el presidente de Estados Unidos Barack Obama «estaba enterado desde hace muchos meses» de los acercamientos entre el gobierno y las FARC y que, incluso, habló del tema varias veces con enviados especiales a Colombia, pero no dio más detalles.

Las designaciones de los negociadores oficiales fueron en general bien recibidas, aunque algunos dejaron ver sus críticas por el nombramiento de un oficial retirado como Mora, quien en el pasado fue uno de los más duros críticos de las negociaciones con las FARC.

De la Calle y el dirigente empresarial Villegas han estado antes cerca de grupos negociadores de pasados intentos de hacer la paz con las guerrillas.

El intento más reciente de diálogo con las FARC fue bajo la entonces administración del presidente Andrés Pastrana (1998-2002).

En esas negociaciones también hubo presencia de oficiales retirados como el ex comandante de las fuerzas militares general del ejército José Forero Delgadillo (1980-1982), explicó en diálogo telefónico con The Associated Press Víctor G. Ricardo, primer jefe negociador en el gobierno de Pastrana.

Pastrana, en entrevista con la radio Caracol, criticó duramente la designación de Mora al asegurar que siempre se opuso al proceso de paz en su gobierno porque no cree en la salida negociada al conflicto, sino en la imposición de la fuerza militar sobre los rebeldes.

Mora «fue el peor enemigo de la paz… Ojalá que la gente cambie porque creo que, en este caso, el tema de los militares es muy importante» en un proceso de paz, dijo Pastrana.

Ricardo sostuvo que no entiende cuál sería el papel de Mora en la mesa debido a que siempre se opuso a dialogar.

Sin embargo, para oficiales en retiro la designación del ex comandante es una garantía.

El general Fernando Tapias, quien fue comandante de las fuerzas militares cuando Mora era comandante del ejército, dijo en diálogo telefónico con la AP que «es importante que los militares estén representados en la mesa de negociaciones porque siempre hay una percepción o un temor de que allí en las negociaciones se afecte políticamente a las fuerzas militares».

Tapias declinó comentar los señalamientos del ex presidente Pastrana.

Si bien Mora recibió críticas, fue bienvenida la designación del general en retiro Naranjo, quien es visto como uno de los artífices de la creación de la dirección de inteligencia policial del país y de algunos de los más duros golpes dados al narcotráfico y a las propias guerrillas. Naranjo pasó a retiro en junio.

Santos dijo que en la primera fase de contactos, realizada desde hace más de año y medio de los cuales seis meses tuvieron lugar en La Habana, también participó su hermano Enrique Santos, uno de los más famosos periodistas del país, ex director del diario El Tiempo y ex presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, pero además conocedor de algunos de los jefes rebeldes debido a pasados intentos de hacer la paz.

En esa primera fase «se incluyó no por ser hermano mío, sino por su conocimiento de estos temas… porque además conocía personalmente a varios miembros del secretariado» o jefatura de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Pero en la segunda fase en Oslo «mi hermano Enrique, él me ha solicitado que prefiere quedarse en la retaguardia. Yo he considerado que es lo más conveniente. Sin embargo, estará más que dispuesto a ayudar en cualquier circunstancia que lo requiera y lo necesitemos», dijo Santos.

Ninguno de los negociadores presentes en el anuncio presidencial formuló declaraciones a los periodistas.

Ahora se espera que las FARC anuncien a sus negociadores.

De acuerdo con Santos, en la mesa estarán sentados cinco delegados de cada lado que pueden rotar y afuera de la sala de negociaciones, cada lado puede tener hasta un máximo de 30 personas como asesores. El presidente no dijo quiénes eran o si ya fueron escogidos esos asesores por parte del gobierno.

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