Presidente de México confirma muerte del líder de Los Zetas

El presidente de México, Felipe Calderón, confirmó este martes la muerte del máximo líder de los Zetas, Heriberto Lazcano, en un operativo de la Marina en el estado de Coahuila, y recordó que su Gobierno ha neutralizado a 25 de los 37 criminales más buscados del país.

En la inauguración de una prisión en Guanajuato, Calderón expresó su reconocimiento a la Marina porque la información de la que disponen muestran «con claridad» que Lazcano fue «abatido resistiendo a la autoridad como consecuencia de un operativo» realizado en la localidad de Progreso, en el noreste de México.

Según un comunicado de la Marina mexicana difundido hoy, el líder del cártel de Los Zetas, fue abatido en un enfrentamiento con sus soldados en el Estado de Coahuila (en el noreste de México). La Marina había dicho ayer que «tenía indicios» de la muerte de uno de los capos más buscados del país, y a primera hora de este martes aseguró que las pruebas dactilares practicadas al cadáver (del que ha difundido una imagen) coinciden con las del líder de uno de los carteles más sanguinarios de México. El cadáver, sin embargo, fue robado por un comando armado esta madrugada.

La Marina afirmó que en ese choque armado murieron dos criminales, y que después de hacer pruebas forenses todo indica que uno de ellos es el número uno de Los Zetas, el segundo narco más buscado por México y Estados Unidos después de Joaquín El Chapo Guzmán.

Los cuerpos se encontraban en una funeraria mientras se realizaban pruebas periciales.

Horas después, en la madrugada de ayer, un comando armado llegó a la funeraria y tomó los dos cuerpos, incluido el de quien se cree es de ‘El Lazca’, dijo Ramos.

Momentos antes, la Marina había anunciado que las huellas dactilares identificaron al presunto capo. La dependencia señaló en un comunicado que luego de un enfrentamiento tomaron las huellas de los dedos pulgar, índice y medio de la mano derecha de uno de dos presuntos criminales muertos y al cotejar en su base de datos salió la información de que se trataba de Lazcano.

Heriberto Lazcano, también conocido como Z-3 o El Verdugo, nació en el Estado de Hidalgo (al este del Distrito Federal) el 25 de diciembre de 1974.

La Agencia Antidroga de Estados Unidos ofrecía en su página web una recompensa máxima de cinco millones de dólares por alguna pista que llevase al arresto del jefe de la banda criminal más sanguinaria de México. Al mismo tiempo, advertía: “No intente capturar a este individuo”. El Gobierno mexicano también le había puesto precio a su cabeza: 30 millones de pesos, alrededor de 1.800.000 euros.

El Lazca había sido integrante del Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Armadas, una unidad de élite creada por el Ejército mexicano a mediados de los años noventa. Más de una docena de estos soldados desertaron a finales de esa década y se pasaron al lado del narcotráfico. Comenzaron a trabajar como una especie de escolta personal de Osiel Cárdenas Guillén, por entonces líder del cártel del Golfo y en la actualidad preso en una cárcel de EE UU. La detención de Osiel Cárdenas en 2003 fue el desencadenante del nacimiento del cártel de Los Zetas y del violento mito de El Lazca.

Poco a poco los antiguos militares de élite empezaron a operar por su cuenta en el mundo del crimen.

Durante el sexenio del presidente Felipe Calderón el nombre de Los Zetas se convirtió en el símbolo de lo peor de la violenta guerra contra el narco: las decapitaciones, las extorsiones, el pánico social. En 2010, Los Zetas, liderados por Lazcano, ya se habían hecho con el control de buena parte del negocio ilegal de la zona noreste de México: Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, estados fronterizos con EE UU y claves para el tráfico de droga. Su posicionamiento en el mapa del narco tuvo lugar a costa de una sangrienta guerra criminal con su antiguo grupo de pertenencia, el cártel del Golfo, con el que Los Zetas continúan combatiendo.

La muerte de Heriberto Lazcano es el acontecimiento de mayor calibre en la lucha contra el narco durante el último sexenio.

El Lazca era considerado el capo más poderoso detrás de su rival Joaquín El Chapo Guzmán, cabeza del cártel de Sinaloa. A dos meses de que ceda el mando de México a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el actual presidente, Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), logra el gran golpe contra el narco de su legislatura, ensombrecida por los más de 50.000 muertos habidos en el combate frontal contra el crimen ordenado por él desde que se hizo con el poder en 2006. Durante esta legislatura también cayó otro capo significativo, Arturo Beltrán Leyva. La Marina lo abatió en diciembre de 2009 en el Estado de Morelia.

La situación del cártel de Los Zetas parece más complicada que nunca.

Hace menos de un mes se supo que los dos líderes de la banda criminal, El Lazca y Miguel Ángel Treviño, alias Z-40, libraban una batalla por el control total de la organización criminal, según confirmó la Procuraduría (fiscalía) General de la República. Poco después, el 26 de septiembre, fue detenido un alto mando de Los Zetas que estaba por debajo del Z-40 y de Lazcano en el escalafón: se trataba de Iván Velázquez Caballero, alias El Talibán, que supuestamente estaba al frente de una facción de la banda que operaba en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Nuevo León.

Este mismo lunes la Marina presentó ante los medios a otro brazo ejecutor de Los Zetas, Salvador Alfonso Martínez Escobedo, alias La Ardilla, acusado de matanzas colectivas, asesinatos diversos y de las mayores fugas masivas de reos.

La supuesta caída de El Lazca sería, además, el segundo hecho de impacto ocurrido en menos de una semana en el Estado de Coahuila. El jueves fue asesinado en un poblado llamado Santa Eulalia, a unos 40 kilómetros de la ciudad fronteriza de Acuña, José Eduardo Moreira Rodríguez, de 25 años, hijo de Humberto Moreira, gobernador de Coahuila de 2005 a 2010.

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