Cuba inicia proceso de elección presidencial

Los comicios municipales en Cuba arrancaron en el domingo, el primer paso de un complejo y singular proceso que concluirá en los próximos meses con la elección del presidente del país.

Unos 29.500 colegios electorales abrieron sus puertas temprano por la mañana para recibir a más de 8 millones de personas habilitadas para votar, y permanecían en actividad hasta las 6 de la tarde (2200 GMT).

Las urnas fueron colocadas en escuelas, centros de trabajo, bajos de edificios o consultorios médicos bajo la custodiada por niños uniformados.

Una bandera presidió el acto y en cada mesa las autoridades electorales controlaban los documentos de las personas, que se cumplieran las normas establecidos y se organizaran las filas.

«Estas elecciones tienen mucha importancia para nosotros, porque es una forma de que nuestros delegados nos representen», dijo a la AP, María Cristina Rosel, una arquitecta de 50 años que concurrió a votar.

A diferencia de la mayoría de los países, en el sistema electoral cubano no se presentan partidos políticos sino que los candidatos son nominados por los vecinos.

La única organización política con personería legal en Cuba es el Partido Comunista, con una presencia fuerte en todas las instancias del país. Según la Constitución, su función «dirigir» a la sociedad, pero no proponer candidatos.

«No tiene que haber 10 partidos políticos, lo que es importante para la democracia es que podamos votar, escoger a las mejores personas, con más conciencia y más honestas», dijo Elvira Valenzuela, una ama de casa de 70 años.

Los delegados municipales a la Asambleas del Poder Nacional son el primer peldaño de un proceso que continuará con la elección de los diputados provinciales y los nacionales, quienes conformarán el Parlamento que deberá designar al gobernante del país, un cargo que ocupa el Raúl Castro desde febrero de 2008.

Los mandatos presidenciales son por cinco años y no hay límite para la reelección, pero Castro dijo que se estudia poner un límite de dos períodos consecutivos.

Los opositores y miembros de la pequeña disidencia interna suelen criticar que la falta de partidos políticos impide la renovación de un programa de gobierno, eternizando al Partido Comunista; pero los defensores del modelo destacan su carácter transparente.

La votación es secreta y no obligatoria.

 

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