Absuelven a exministro de Transporte de Lula de lavado de dinero

El Tribunal Supremo de Brasil absolvió este martes al exministro de Transporte Anderson Adauto del delito de lavado de dinero en el juicio por los escándalos de corrupción ocurridos durante el primer mandato presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva.

También declaró inocentes del mismo cargo a los exdiputados Joao Borba, Joao Magno y Paulo Rocha, y exculpó del delito de asociación ilícita al diputado Valdemar Costa Neto, al dirigente político Jacinto Lamas y al exdirectivo del Banco Rural Vinicius Samarane.

En todos estos casos, cinco jueces se habían pronunciado por la culpabilidad de los acusados, otros cinco los habían declarado inocentes y el empate se resolvió hoy, con un acuerdo que hizo valer el criterio de que si no hay una mayoría condenatoria el fallo debe favorecer al acusado, preservando así el principio de la duda.

El exministro Adauto, del extinto Partido Liberal (PL), queda así libre de todo cargo, al igual que los exdiputados Magno y Rocha, ambos del Partido de los Trabajadores (PT).

Distinta es la situación de los actuales diputados Costa Neto, del Partido de la República (PR) y Joao Borba, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ya condenados en este mismo proceso por corrupción pasiva.

Del mismo modo, aunque absueltos hoy de un delito, el extesorero del PL Jacinto Lamas ya fue hallado culpable de corrupción activa y lavado de dinero, y Vinícius Samarane lo fue por gestión fraudulenta y lavado.

Según el presidente de la corte, Carlos Ayres Britto, «el empate favorece el principio constitucional de la presunción de inocencia» y «revela que el colegiado no ha podido lograr un acuerdo».

Esta situación se presentó debido que el Supremo se encuentra temporalmente con diez miembros, pues el magistrado César Peluso se jubiló en medio del proceso y su sustituto todavía no ha asumido el cargo.

Resuelta la situación de esos siete reos, el Supremo se abocará ahora a dictar sentencia contra los 25 declarados culpables en el llamado «juicio del siglo», referido a una red de corrupción tejida por el PT para financiar campañas y sobornar a dirigentes políticos a cambio de su apoyo al Gobierno de Lula. EFE

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