CADIZ, España (AP) — Siete meses después del contencioso diplomático abierto tras la expropiación de YPF a la petrolera Repsol, y más preocupados por problemas internos de distinta índole, España y Argentina parecen haber enterrado definitivamente el hacha de guerra.
El canciller español, José Manuel García-Margallo, aseguró este jueves que espera una solución rápida al conflicto, que ha enfangado considerablemente la relación entre los dos países.
«No hay un solo día que no haya conversaciones sobre ese asunto entre el gobierno argentino y el gobierno español. Con discreción», dijo García-Margallo a la Televisión Española en Cádiz, donde prepara la Cumbre Iberoamericana de jefes de gobierno de España y América Latina. «Yo espero que tengamos una solución relativamente pronto».
Las palabras conciliadoras del ministro llegaron un día después de hacerse pública la primera conversación mantenida entre el jefe del gobierno español Mariano Rajoy y su homóloga argentina Cristina Fernández tras la nacionalización de YPF.
Fernández llamó a Rajoy para excusar su presencia en Cádiz por motivos de salud y confirmó que la delegación argentina en la cumbre estará encabezada por el vicepresidente Amado Boudou.
La expropiación de la petrolera anunciada en abril provocó un conflicto diplomático entre ambos países, que ha ido perdiendo fuelle con el paso del tiempo. Entre otros motivos, porque los dos países encaran problemas internos.
En Argentina se vivió una gran jornada de protesta contra el gobierno de Fernández hace solo unos días, mientras que Madrid trata de superar una grave crisis económica y de deuda con impopulares políticas de recortes, que han encendido la calle con manifestaciones y dos huelgas generales en menos de un año.