BRUSELAS, Bélgica (AP) — El embajador de Serbia ante la OTAN estaba conversando y haciendo chistes con colegas en un estacionamiento de varios pisos del aeropuerto de Bruselas cuando caminó repentinamente hacia una barrera de protección, se subió a ella y saltó hacia el pavimento, dijo este miércoles un diplomático.
Para el momento en que sus sorprendidos colegas llegaron hasta él, Branislav Milinkovic estaba muerto.
Las razones de su suicidio son un misterio. Tres diplomáticos que conocían a Milinkovic dijeron que no se veía angustiado en las horas previas a su muerte la noche del martes. Parecía comportarse con normalidad, y estaba en el aeropuerto para recibir a una delegación de seis funcionarios serbios que iban a participar en conversaciones con representantes de la OTAN, la alianza que libró una guerra contra su país hace 13 años.
Las autoridades belgas confirmaron que el embajador se había quitado la vida.
«Efectivamente se trató de un suicidio«, dijo Ine Van Wymersch, de la fiscalía de Bruselas. Agregó que no preveían más investigaciones.
Milinkovic, escritor y activista opuesto al régimen autoritario del ex hombre fuerte de Serbia Slobodan Milosevic, era extrovertido, tenía un cálido sentido del humor y se esforzaba por mantener buenas relaciones con los embajadores de otros países de la antigua Yugoslavia, según diplomáticos y allegados.
Los diplomáticos, que hablaron a condición de guardar el anonimato porque no estaban autorizados a dar detalles, dijeron que no sabían de ninguna circunstancia, privada o profesional, que lo hubiera llevado a quitarse la vida.
Pero Milinkovic, de 52 años, había mencionado a sus colegas diplomáticos que no estaba contento de vivir separado de su esposa, una diplomática serbia que vive en Viena, y de su hijo de 17 años.
Uno de los diplomáticos describió su muerte a The Associated Press. Dijo que había hablado con un miembro de la delegación que había presenciado el salto desde la plataforma, a una altura de entre 8 y 10 metros (26 a 33 pies).
El fallecimiento ensombreció el segundo día de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN. Las autoridades dijeron que estaban sorprendidos por la noticia de la muerte de un hombre muy popular y querido.