BEIRUT, Líbano (AP) — La situación en Siria es «preocupante», dijo este lunes el enviado especial internacional después de reunirse con el mandatario sirio, y no dio indicios de haber tenido avances hacia una solución negociada a la guerra civil.
La visita de Lajdar Brahimi se dio mientras activistas reportaron intensos enfrentamientos en la provincia central de Hama, donde hombres armados entraron en el pueblo de Maan, donde viven alauitas en su mayoría. El régimen de Bashar Assad es controlado por integrantes de la secta alauita, una ramificación del islam chií, mientras que la mayoría de los rebeldes son musulmanes sunitas.
Brahimi dijo que él y Assad intercambiaron puntos de vista sobre la crisis y discutieron posibles pasos, aunque no dio más detalles. El enviado habló brevemente con los reporteros después de reunirse con el líder sirio en el palacio presidencial de Damasco.
«La situación en Siria todavía es preocupante y esperamos que todas las partes avancen hacia una solución que el pueblo sirio espera«, dijo Brahimi.
Assad dijo que el gobierno apoya «cualquier esfuerzo en beneficio de los sirios que preserve la soberanía e independencia del país», informó la prensa oficial.
El gobierno asegura que los rebeldes son terroristas respaldados desde el extranjero dispuestos a destruir al país.
Activistas dicen que el conflicto ha dejado más de 40.000 muertos desde que comenzó en marzo de 2011.
La visita de dos días de Brahimi concluyó el lunes y es la tercera que hace a Damasco como enviado de Naciones Unidas y la Liga Arabe.
La ONU reportó la semana pasada que la guerra civil se está volviendo un conflicto sectario entre los rebeldes de mayoría sunita y fuerzas del gobierno que apoyadas en gran parte por las minorías étnicas del país.
Activistas reportaron que al menos 20 soldados y 11 rebeldes murieron el lunes en enfrentamientos alrededor del poblado de Maan.