BRASILIA (AP) — La presidenta Dilma Rousseff descartó este jueves que Brasil enfrente riesgo de racionamiento de energía a raíz de una serie de apagones ocurridos en los últimos meses, aunque admitió que el país ha invertido poco en el mantenimiento de sus líneas de transmisión.
En un diálogo de fin de año con periodistas, Rousseff calificó de «ridículo» que se diga que el gobierno tendría que racionar la electricidad para hacerle frente a la creciente demanda y evitar futuros apagones.
Por el contrario, acusó a las empresas eléctricas de no invertir lo suficiente en el mantenimiento de las líneas de transmisión en los últimos años. Aseguró que cuando ha habido apagón es porque hubo falla humana y no un fenómeno natural, como un rayo, ni falta de generación eléctrica.
«Un rayo no puede apagar el sistema (de transmisión eléctrica), si se apaga es por falla humana», declaró la mandataria, quien aseguró que todos los casos registrados de interrupción de servicio fueron temporales y fueron reparados rápidamente.
Las interrupciones eléctricas han causado trastornos en distintas partes del país los últimos meses. El miércoles, el aeropuerto internacional Galeao de Rio de Janeiro estuvo dos horas sin energía lo que causó atrasos en 19 vuelos y dejó a millares de personas sin aire acondicionado, a expensas del calor sofocante de la ciudad.
«En el Galeao hubo dos cosas: falla humana porque debían haber cambiado el aire acondicionado, que está viejo, y sobrecarga por causa de la alta temperatura», explicó Rousseff.
La gobernante, quien fue ministra de Minas y Energía entre 2003 y 2006, aseguró que el país ha realizado las inversiones necesarias en generación eléctrica y que no existe motivo para racionar su distribución.
Los recientes apagones generaron consternación de cara a los eventos deportivos que el país organizará los próximos años, como la Copa de las Confederaciones de 2013, el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.