Mueren 232 al incendiarse club nocturno en Brasil

BRASILIA, Brasil (AP) — Un incendio que devastó un club nocturno el domingo en el sur de Brasil causó la muerte de 232 personas, en su mayoría jóvenes, informaron las autoridades.

El mayor Cleberson Braida, del batallón de operaciones especiales de la policía, dijo en conferencia de prensa el número final de víctimas de la tragedia en el club nocturno Kiss, en la ciudad austral de Santa María.

«Los cuerpos fueron trasladados al gimnasio local para realizar un reconocimiento preliminar. Posteriormente se va a abrir la puerta para que familiares identificados puedan entrar a ayudar a hacer el reconocimiento de las víctimas», dijo Braida a periodistas en la localidad.

El funcionario explicó que la tragedia se agravó porque el club sólo tenía una puerta de salida, por lo que gran parte de las víctimas murieron atropelladas al intentar salir del local, mientras que otras rescatadas con vida fallecieron en los hospitales donde fueron atendidas.

El incendio ocurrió en la madrugada del domingo durante la presentación de una banda local. Sus causas están siendo investigadas por el cuerpo de bomberos y la policía, que calcula que en el local había 900 personas en el momento del siniestro.

Autoridades dijeron a periodistas locales que en medio de la presentación de la banda se lanzaron fuegos artificiales y que una bengala habría pegado en el techo del club, lo que provocó que se quemara el material aislante del local.

La oficinista Michele Pereira, de 34 años, narró que vio el fuego comenzar a partir de que dispararon la bengala.

«La banda que estaba en el escenario comenzó a usar bengalas y de repente pararon de tocar y apuntaron la bengala para arriba. El techo comenzó a quemarse, primero era débil pero en cuestión de segundos se extendió», recordó Pereira, citada por el sitio de internet del diario Folha de S. Paulo.

A su vez, Michele Schneid, de 22 años, quien trabajaba como cajera en el club, narró a periodistas que se enteró del incendio cuando varias personas comenzaron a gritar «fuego», lo que desató una estampida dentro del local.

«Mucha gente corrió para los baños y acabó muriendo asfixiada», recordó la joven sobreviviente.

Un cuerpo de gestión de crisis integrado por médicos y psicólogos fue instalado en el gimnasio donde se llevaron los cuerpos para brindar asistencia a las familias.

«Triste domingo», escribió en su Twitter el gobernador del estado austral de Rio Grande do Sul, Tarso Genro, quien se trasladó a la localidad de Santa María, a unos 300 kilómetros al sur de la capital estatal de Porto Alegre, para acompañar las tareas de rescate.

La presidenta Dilma Rousseff canceló una serie de reuniones bilaterales que tenía programadas para el domingo en Santiago de Chile, donde asistió a la cumbre de la Unión Europea y América Latina, para trasladarse a Santa María, confirmó una fuente de la cancillería brasileña.

«Es una tragedia para todos nosotros. Yo no voy a continuar en la reunión (de Chile) por razones muy claras, quien me necesita hoy es el pueblo brasileño y es allí que tengo que estar», declaró Rousseff a periodistas antes de salir de Santiago.

Dijo que el ministro de Salud, Alexandre Padilha, se trasladaría al lugar también para acompañar la operación de atención a los heridos y a las familias de las víctimas.

Santa María es una ciudad universitaria con una población de alrededor de 250.000 personas. También es uno de los grandes centros de producción de ganado en Brasil.

La tragedia en la ciudad sureña recordó otros incendios similares ocurridos los últimos años en clubes nocturnos en otras partes del mundo.

El 25 de diciembre de 2000, un incendio en un club de Luoyang, China, dejó 309 muertos.

Al menos 194 personas murieron en una discoteca de Buenos Aires, Argentina, en 2004.

En Perm, Rusia, un incendio en el club Lame Horse estalló el 5 de diciembre de 2009 cuando fuegos artificiales internos quemaron el techo del local, donde 152 personas murieron.

En un club del estado norteamericano de Rhode Island, un incendio en 2003 mató a 100 personas cuando los fuegos artificiales utilizados por la banda de rock Great White quemaron la espuma utilizada como aislante de sonido en el techo y paredes del local.

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