Buenos Aires, 18 feb (EFE).- El expiloto naval Julio Alberto Poch, extraditado desde España bajo el cargo de haber participado en «vuelos de la muerte», negó hoy ante la Justicia argentina cualquier vínculo con esas acciones en las que desaparecieron opositores a la última dictadura argentina (1976-1983).
«Tengo la conciencia limpia y tranquila porque soy inocente», aseveró Poch durante su declaración indagatoria en la sala del Tribunal Oral Federal número 5 de Buenos Aires.
«Siento una tremenda indignación y frustración por encontrarme en este juicio, procesado y arrastrado aquí ante ustedes y privado de mi libertad», añadió el acusado.
Compañeros de tripulación de Poch, nacionalizado holandés y comandante de la aerolínea Transavia hasta su detención, denunciaron ante la Justicia de ese país europeo que el acusado les relató su participación en los «vuelos de la muerte» durante una cena en Bali (Indonesia) en 2003.
Poch, de 60 años, aseguró que su juicio se debe «a un terrible malentendido» e indicó que sus palabras se tergiversaron y por ello está acusado de crímenes y tormentos que no cometió.
«Si existieron esos vuelos me parece algo terrible y aberrante, pero nunca participé de ellos», insistió el expiloto de la Armada argentina.
Poch fue extraditado en mayo de 2010 desde España, donde había sido detenido en septiembre de 2009 cuando hizo una escala en Valencia como piloto de la aerolínea holandesa Transavia.
El expiloto naval es uno de los 68 acusados en la megacausa por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 789 víctimas en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
Se calcula que por la ESMA pasaron unas 5.000 personas durante la dictadura, que dejó en total 30.000 desaparecidos. EFE
* Foto difundida por Infobae