Ciudad del Vaticano, 18 mar (EFE).- El papa Francisco y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, mantuvieron un encuentro a solas que se prolongó unos 20 minutos, informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Imágenes transmitidas por el Vaticano mostraron a la mandataria entregando a Francisco un mate de calabaza con bombilla, yerbera y azucarera «hecha por trabajadores argentinos». También le regaló un poncho artesanal. «Recuerdo haberlo visto con su ponchito por allá», le dijo. «Después nos tomamos unos mates», le contestó el Papa.
A cambio, el Sumo Pontífice entregó a Cristina Kirchner una mayólica con imágenes de la Plaza San Pedro.
Algo más nerviosa que lo habitual, las imágenes mostraron a Cristina Kirchner cuando luego de tocarle el brazo al nuevo líder de la Iglesia Católica se paraliza y, recordando el protocolo, dice: «Ay, no, no puedo tocarlo». «Sí, puede tocar, puede…», responde el Papa, según ha narrado el portal argentino Infobae.
«¿Puedo tocar? Bueno, gracias», respondió la presidente tomando del brazo a Bergoglio, lo que originó un gesto similar del Sumo Pontífice sobre la mandataria.
Además, Francisco le dio un beso en la mejilla a Cristina Kirchner, lo que provocó una broma de la mandataria: «Nunca un Papa me había besado».
Tras la reunión, el pontífice y la mandataria argentina almuerzan en la residencia Santa Marta, donde se aloja Francisco en estos días hasta que esté preparado el apartamento papal en el palacio apostólico.
Tras el encuentro a solas, el papa saludó al séquito que acompañaba a la mandataria argentina.
Cristina Fernández ha sido la primera jefa de Estado recibida por el papa Francisco.
Según dijo a Efe el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se considera el encuentro como un «gesto de cortesía y afecto» hacia la jefa de Estado y al pueblo argentino, de donde procede el Papa.
El portavoz subrayó que no se trata de una visita formal o de Estado, sino un gesto de cortesía, de cariño hacia su tierra argentina.
El papa Francisco ha criticado durante años la corrupción en Argentina, la aprobación del matrimonio gay, la inseguridad ciudadana, la falta de diálogo o de políticas eficaces contra la pobreza… Recibió numerosos desaires por parte del Gobierno y ha sido criticado como si fuera el líder de la oposición. La última audiencia en privado entre Fernández de Kirchner y Bergoglio tuvo lugar en 2010.
Cristina Fernández asistirá mañana, 19 de marzo, a la misa de inicio del Pontificado, a la que se espera acudan 150 delegaciones de países.
La delegación argentina que acudirá a la misa estará compuesta por el ministro de Exteriores, Héctor Timerman; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez y el diputado radical Ricardo Alfonsín, además de representantes de la Conferencia Episcopal Argentina y representantes de varios partidos políticos argentinos.
Fernández llegó ayer a Roma poco antes de las 16.00 hora local (15.00 GMT) a la zona militar del aeropuerto de Ciampino. EFE
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