Senado uruguayo debatirá mañana la ley de matrimonio homosexual

La Cámara de Senadores de Uruguay debatirá mañana el proyecto de ley que permite el matrimonio homosexual cuya aprobación se postergó en los últimos meses en medio de una polémica política, social y religiosa, informaron hoy fuentes parlamentarias.

Los senadores fueron convocados para las 09h30 hora local (12h30 GMT) y se espera «un debate de varias horas» debido a la «importancia de tema», señalaron a Efe fuentes de la secretaría de la Cámara.

El proyecto llega al plenario del Senado tras ser aprobado hace dos semanas en la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara Alta con los votos de los senadores del oficialista Frente Amplio, que lo impulsa, y del Partido Colorado, segundo de la oposición.

Los legisladores del conservador Partido Nacional o «Blanco», el principal de la oposición, votaron en contra.

La coalición de izquierda Frente Amplio tiene la mayoría para aprobar el proyecto de ley, pero todavía pasará un tiempo antes de que se convierta en ley porque tendrá que volver a la Cámara de Diputados debido a que el texto aprobado en esta fue modificado por los senadores.

La iniciativa, que equipara los derechos y obligaciones de los enlaces de las parejas homosexuales con los de las heterosexuales, fue aprobada el 11 de diciembre por los diputados.

Algunos legisladores del FA intentaron una rápida aprobación también en el Senado y lo pusieron a consideración el 26 de diciembre.

Esa premura generó una fuerte polémica en el Parlamento, por la falta de tiempo para el análisis del texto, incluso en el seno del oficialismo, y se acordó diferir el tratamiento hasta después de las vacaciones del verano austral.

El retraso generó además críticas y reclamos de las organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales.

Mientras, el Arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, criticó este domingo durante la misa pascual en la Catedral, el proyecto y dijo que en caso de aprobarse el matrimonio igualitario quedará «oscurecido un bien fundamental de la persona humana, como es la familia».

«Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza y dice el Génesis que macho y hembra él los creó. Todo lo que se aparta de este proyecto de Dios, la Iglesia, no puede aceptarlo, no puede asumirlo y no puede promoverlo», afirmó Cotugno, que pidió a los legisladores católicos votar «a conciencia».

El primer artículo del proyecto señala que la institución del matrimonio «implicará la unión de dos contrayentes, cualquiera sea la identidad de género u orientación sexual de estos, en los mismos términos, con iguales efectos y formas de disolución que establece hasta el presente el Código Civil».

Uno de los aspectos más llamativos de la norma es la reglamentación sobre el orden de los apellidos que deberán llevar los hijos de las parejas homosexuales, que será acordado por los dos cónyuges o mediante sorteo en caso de falta de acuerdo y que alcanzará también a los matrimonios heterosexuales.

También genera controversia el derecho de los hijos a reconocer a su padre biológico en el caso de que la madre, casada con otra mujer, lo tenga en un embarazo por la relación con otro hombre, no así en el caso de que se use el método de fecundación «in vitro», por la reserva de la identidad que se concede a los donantes de esperma.

Actualmente, la legislación uruguaya no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero la Justicia reconoció hace algunos meses el matrimonio celebrado en 2010 en España entre un uruguayo y un español aunque posteriormente la fiscalía apeló el fallo.

En América Latina Argentina fue el primer país en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, en julio de 2010. Además, es constitucional en Ciudad de México, una de las urbes más pobladas del mundo, y la ley civil del estado de Quintana Roo permite que los matrimonios, sin precisar su sexo, se reconozcan. EFE

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