Londres, 24 abr (EFE).- El ministro británico de Exteriores, William Hague, cree que hay actualmente «un número sustancial» de ciudadanos británicos que luchan junto con extremistas en Siria, lo que supone un riesgo para el Reino Unido si regresan a este país.
Hague advirtió de esta amenaza en una carta difundida hoy a la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, en la que justifica la posición de su Gobierno favorable a levantar el embargo de armas a Siria para equipar a los rebeldes.
El levantamiento del embargo daría la «flexibilidad» necesaria para reaccionar con rapidez a sucesos específicos, por ejemplo en relación con extremistas, o a «un deterioro grave continuo» de la situación sobre el terreno, señala el ministro.
Según Hague, los grupos islamistas violentos tienen suficiente «espacio libre» en el país árabe, inmerso en una guerra civil desde 2011, como para «entrenar a reclutas extranjeros».
«Esto es particularmente preocupante porque valoramos que algunas de estas personas que reciben formación intentarán cometer atentados contra intereses occidentales en la región o en Estados occidentales», afirma en la misiva.
Al defender el levantamiento del embargo de armas, cuestionado por la comisión, Hague insiste en su carta en que la guerra entre el Ejército del presidente sirio Bachar al Asad y los rebeldes «plantea un riesgo para la seguridad nacional actual y futura del Reino Unido».
«A medida que el conflicto ha avanzado, los grupos islamistas violentos han ido ganando terreno en Siria y han atraído a un gran número de combatientes extranjeros de todas las nacionalidades, incluido un número sustancial de ciudadanos británicos», explica.
«El número total de combatientes extranjeros que viajan a Siria es superior al de todas las otras áreas donde hay yihad (Guerra Santa islámica) combinadas», asegura.
Según Hague, existe además un «riesgo real» de secuestro de nacionales británicos y de atentados terroristas en países vecinos como Jordania o Líbano que podrían afectar a los intereses de Gran Bretaña.
El Gobierno del Reino Unido es junto con Francia el único país de la Unión Europea favorable a armar a los rebeldes sirios y ya les ha hecho llegar equipamiento acorazado no letal. EFE
