Washington, 17 may (EFE).- El ministro de Defensa francés, Jean Yves Le Drian, advirtió hoy del riesgo de «desintegración» de Siria, si se prolonga el conflicto, y pidió un acuerdo político con el apoyo de la comunidad internacional que se traduzca en la salida del presidente Bashar al Assad.
En una rueda de prensa en Washington, celebrada antes de reunirse con su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, Le Drian dijo que «es necesario evitar la desintegración de Siria, apoyando sin ambigüedad a la oposición» y excluyendo a grupos extremistas islámicos.
Le Drian expresó su «convicción de que más violencia (en Siria) implica más riesgo de derrumbe nacional con graves consecuencias para la región» y para vecinos como Líbano, Jordania, Israel o Turquía, país miembro de la OTAN.
Para el ministro del Gobierno socialista de François Hollande es necesaria una «solución política» que implique una transición para poner fin al régimen de Bashar al Assad, y apoyar a la oposición de la Coalición Nacional Siria y el Ejército Libre Sirio (ELS), comandado por el general Salim Idris.
En opinión de Le Drian, quien presentó hoy en EE.UU. los puntos básicos del Libro Blanco sobre Defensa del Gobierno francés, la prolongación del conflicto civil sirio durante ya más de dos años sigue sin decantarse a favor de la oposición.
«Hay tensión entre fuerzas rebeldes por la fuerte oposición de los grupos más radicales, además, el conflicto está cerca de adoptar una dimensión regional», con la implicación de grupos como los chiítas libaneses de Hizbulá.
Asimismo, dijo que «las evidencias cada vez son más fuertes» sobre el uso de armas químicas en el conflicto sirio, al tiempo que instó a un pacto de la comunidad internacional para poner fin al conflicto.
Rusia y Estados Unidos han propuesto reunir a representantes del Gobierno sirio y de la oposición en la ciudad suiza de Ginebra para allanar un proceso de paz, algo que Rusia quiere que cuente con la participación de Irán, aliado de Al Assad.
A este respecto, Le Drian recordó que la postura de Francia sigue siendo contraria a la participación de representantes del Gobierno iraní. EFE