Erdogan aumenta la tensión para afianzarse entre sus seguidores islamistas

Ankara, 11 jun (EFE).- Lejos de calmar los ánimos ante lo que parece ya una imparable ola de protestas que azota Turquía, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, sigue aumentando la tensión, en un intento de consolidar su propia posición entre sus seguidores del partido islamista AKP.

En un discurso ante su grupo parlamentario, el líder turco volvió hoy a echar la culpa de las protestas a la prensa internacional y a las redes sociales en internet, y advirtió a los manifestantes de que no habrá más tolerancia.

Sus palabras poco conciliadoras llegaron apenas horas después de que la policía intentara poner bajo control con gases lacrimógenos y cañones de agua a presión la emblemática plaza Taksim de Estambul, ocupada desde hace doce días por los manifestantes antigubernamentales.

Numerosos analistas en Turquía coinciden en que Erdogan está aumentando la tensión en el país día tras día, incluso para cierta sorpresa de sus seguidores, que esperaban del primer ministro que calmara los ánimos en las calles, no solo en Estambul sino en todas las principales ciudades del país.

Rasit Kaya, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Técnica de Medio Oriente en Ankara, explicó a Efe que el primer ministro parece intentar consolidar a su electorado a corto y mediano plazo.

«Nadie esperaba que millones de personas podrían salir durante dos semanas a las calles en varias formas de protesta. Creo que el propio Erdogan está preocupado por la extensión de las protestas», señaló el experto.

«Está claro que (el primer ministro) quiere consolidar el apoyo de sus seguidores para movilizarlos cuando sea necesario. Su primer objetivo podrían ser las elecciones presidenciales de 2014», agregó.

Desde hace meses se especula en Turquía con la posibilidad de una enmienda constitucional que le permita a Erdogan hacerse -en el caso de un victoria electoral- con una presidencia que tenga más poder que el mero papel protocolario de la actual jefatura del Estado.

«Al aumentar la tensión, (Erdogan) está enviando un mensaje a sus seguidores internacionales y otros en capitales extranjeras. Está sintiendo que está perdiendo apoyo y está intentando decir a sus seguidores que si el pierde en estos tiempos críticos, entonces habrá caos en el país», analizó el experto.

Otro analista, Selcuk Candansayar, recuerda en diálogo con Efe en Ankara que los símbolos usados por el primer ministro en esta escalda de tensión son «muy peligrosos».

«Dice que las mujeres islamistas están en peligro y abusadas en las calles, mientras que se bebe alcohol en las mezquitas y se queman banderas turcas. Todo indica que estas alegaciones no son verdad, pero él (Erdogan) las sigue repitiendo», señaló.

«La historia de este país está llena de ejemplos sobre cómo los enfrentamientos sobre estos símbolos pueden convertirse en baños de sangre», advirtió Candansayar.

Aunque Erdogan mantiene el apoyo firme de la mayor parte de los seguidores y dirigentes del AKP, también se están escuchando las primeras críticas.

Erdal Kalkan, un diputado del AKP de la ciudad de Esmirna, escribió hoy en su cuenta de Twitter: «Nadie es intocable. Todo menos las cosas sagradas pueden ser criticadas. ¡Basta! Ha llegado el momento para que hable la juventud».

Pero Erdogan no parece dispuesto a dar un paso atrás para tener en cuenta los intereses de una minoría y volvió a hacer hoy un llamamiento a sus seguidores a que le expresen su apoyo el próximo fin de semana en grandes manifestaciones convocadas por el AKP en Estambul y Ankara.

Los analistas más optimistas creen que tras esta previsible demostración de fuerza el fin de semana, cuando se esperan cientos de miles de personas, el primer ministro empezará a rebajar la tensión.

Sin embargo, los pesimistas temen que Erdogan seguirá desafiando a sus críticos durante los próximos meses, para llegar con una sociedad crispada y un electorado islamista movilizado a las elecciones municipales de marzo 2014. EFE

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