México, 18 jun (EFE).- Brasileños residentes en México y turistas de esa nación suramericana se manifestaron hoy en la capital mexicana en apoyo a las protestas en Brasil contra el alza al precio del transporte y la corrupción, así como para reclamar mejores servicios públicos.
«Somos residentes brasileños en México y también turistas. Hay gente que vino de todas partes del país para participar», dijo Marcela Braz, una participante de la movilización, en una conversación telefónica con Efe.
Braz estimó en 300 el número de participantes, pero reconoció que muchos de ellos eran integrantes del movimiento estudiantil mexicano Yo Soy 132 que se sumaron al acto en respaldo a sus demandas.
La manifestación consistió en una marcha desde el emblemático Ángel de la Independencia hacia la explanada frente al Monumento a la Revolución, donde los manifestantes se instalaron animados por música de samba.
«Lo que generó este movimiento que empezó en Brasil recientemente fue que parte de los transportes públicos subieran hasta unos 3,2 reales (unos 1,6 dólares)», refirió Braz.
Añadió que la gente salió a las calles para manifestarse contra el alza, «y entonces la Policía Militar, que es un residuo de la dictadura castrense que tuvimos de 1964 a 1985, reprimió violentamente estas protestas».
«La respuesta violenta de la Policía Militar dio fuerza al movimiento y luego toda la población estuvo al lado de los manifestantes y cientos de miles fueron a las calles a protestar», puntualizó.
Unas 50.000 personas volvieron hoy a la calles de Sao Paulo y de las inmediaciones de Río de Janeiro. La de Sao Paulo fue la sexta concentración realizada en esa ciudad desde que a principios de mes el Ayuntamiento subió el precio del transporte público de tres reales (unos 1,5 dólares) a 3,2 reales (unos 1,6 dólares).
Ayer las protestas reunieron a cerca de 250.000 personas en una veintena de municipios de todo Brasil, la mayor movilización desde que en 1992 una multitud pidió la destitución por un escándalo de corrupción del entonces presidente, Fernando Collor de Mello, que acabó dimitiendo.
Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas de transporte público, que revelaron un descontento social latente.
Las demandas ahora incluyen mayores inversiones en la salud y la educación pública y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014. EFE