Violenta represión contra las protestas en Brasil

Fortaleza (Brasil), 19 jun.- La policía contuvo hoy a un numeroso grupo de manifestantes que protestaban contra el alto gasto público en la Copa Confederaciones en los alrededores del estadio de Fortaleza, unas horas antes del partido que jugarán Brasil y México.

Según dijeron a Efe fuentes policiales, al menos ocho agentes resultaron heridos por piedras lanzadas por los manifestantes, cuyo número calcularon entre 10.000 y 15.000.

Otras fuentes informaron de que al menos un manifestante resultó herido por balas de goma disparadas por la policía.

Los manifestantes cortaron el tránsito en la avenida Alberto Craveiro, el principal acceso al estadio «Castelao», y fueron contenidos por las autoridades a unos tres kilómetros del coliseo, donde se produjeron los desórdenes, en momentos en que cientos de hinchas ya se dirigían hacia el lugar.

El coronel Joao Batista, de la policía militar, explicó a periodistas que la manifestación era inicialmente pacífica, pero que un grupo que definió como «infiltrados» derrumbó el muro de una casa humilde y se armó de piedras que arrojó contra los agentes.

La policía reaccionó con bombas de estruendo y logró controlar los disturbios, pero ocho de sus agentes resultaron heridos, entre ellos el propio coronel Batista, quien tenía una gruesa venda en el antebrazo derecho, por efecto de un pedrada, según dijo.

Las manifestaciones callejeras continuaban en varias ciudades de Brasil para protestar por la corrupción y la mala calidad de los servicios públicos pese a los elevados impuestos y precios.

En una de las varias protestas reportadas, cerca de 200 personas bloquearon la carretera Anchieta que une a Sao Paulo con la ciudad portuaria de Santos. Los manifestantes se retiraron después de dos horas y se dirigieron al suburbio industrial de Sao Bernardo do Campo, en las afueras de Sao Paulo.

En Fortaleza, al noreste del país, los manifestantes bloquearon la principal carretera de acceso al estadio donde Brasil jugará contra México el miércoles como parte de la Copa Confederaciones.

La Policía desvió el tráfico de la carretera debido a los cientos de manifestantes congregados cerca de la Arena Castelao en Fortaleza. Entre los automóviles atorados en el tránsito había vehículos oficiales de la FIFA que luchaban por llegar a la sede del partido de la fase de grupos.

El martes por la noche, decenas de miles de brasileños tomaron las calles para protestar por los altos costos y la corrupción en el gobierno.

Ese fue el mismo mensaje de los manifestantes en Sao Paulo, en donde más de 50.000 personas se congregaron frente a la catedral principal de la ciudad el martes por la noche. Aunque la mayoría de las protestas fueron pacíficas, igual que las de la noche previa, que atrajeron a 240.000 personas en todo Brasil, pequeños grupos de radicales se separaron de la multitud para enfrentarse a la Policía y entrar a las tiendas.

Fernando Grella Vieira, jefe del departamento de seguridad pública del estado de Sao Paulo, dijo que 63 personas fueron detenidas durante las protestas del martes.

Las protestas masivas se han multiplicado en Brasil desde las concentraciones convocadas la semana pasada por un grupo de indignados por el alto costo del deficiente sistema de transporte público y una reciente alza de 10 centavos en las tarifas de autobús y metro en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras partes.

Los gobiernos locales de al menos cuatro ciudades han acordado revertir esos aumentos, y políticos municipales y federales han dado señales de que el incremento en la tarifa de Sao Paulo también podría ser revertido. Sin embargo, no se sabe si eso calmará al país, porque las protestas han permitido a los brasileños ventilar su descontento por las dificultades de la vida.

La presidenta Dilma Rousseff, una ex guerrillera izquierdista que fue encarcelada y torturada durante la dictadura de 1964 a 1985 en Brasil, elogió las protestas por generar preguntas y fortalecer la democracia brasileña. «Brasil se despertó hoy más fuerte», dijo en un comunicado.

Sin embargo, Rousseff no ha ofrecido acciones que su gobierno podría emprender para hacer frente a las denuncias, a pesar de que su administración es una de las principales quejas de los manifestantes.

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Con información de EFE, y textos de BRADLEY BROOKS, Associated Press. Los periodistas de The Associated Press Jenny Barchfield en Río de Janeiro, Marco Sibaja en Brasilia y Jill Langlois en Sao Paulo contribuyeron a este despacho. Policías antimotines apuntan sus armas a manifestantes a las afueras del estadio Castelao de Fortaleza antes de un partido entre Brasil y México por la Copa Confederaciones el miércoles, 19 de junio de 2013, en Fortaleza, Brasil. (AP Photo/Andre Penner)

Manifestantes queman una bandera del estado de Sao Paulo frente al ayuntamiento, en Sao Paulo, Brasil, el martes 18 de junio de 2013. Algunas de las mayores protestas desde el final de la dictadura brasileña (1964-85) han estallado a lo largo y ancho de este país de dimensiones continentales, convocando a multitudes frustradas por servicios deficientes a pesar de los altos impuestos. (AP Foto/Nelson Antoine)
Manifestantes queman una bandera del estado de Sao Paulo frente al ayuntamiento, en Sao Paulo, Brasil, el martes 18 de junio de 2013. Algunas de las mayores protestas desde el final de la dictadura brasileña (1964-85) han estallado a lo largo y ancho de este país de dimensiones continentales, convocando a multitudes frustradas por servicios deficientes a pesar de los altos impuestos. (AP Foto/Nelson Antoine)
Una manifestante sostiene un letrero que dice "El gigante despertó. ¡Sal a las calles!" en una manifestación contra el gobierno brasileño en Porto, Portugal, el martes 18 de junio de 2013. (Foto AP/Paulo Duarte)
Una manifestante sostiene un letrero que dice «El gigante despertó. ¡Sal a las calles!» en una manifestación contra el gobierno brasileño en Porto, Portugal, el martes 18 de junio de 2013. (Foto AP/Paulo Duarte)

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