Cristina Fernández cuestiona el fallo de la Corte Suprema de Justicia

"El retraso cambiario respecto a la inflación de Chile, Uruguay y Brasil es mucho mayor que el que ellos dicen que tiene la Argentina", sostuvo la jefa de Estado.

BUENOS AIRES (AP) — La presidenta Cristina Fernández afirmó el miércoles que «más temprano que tarde» los argentinos votarán democráticamente para elegir a los miembros de todos los órganos políticos del país, un día después de que la Corte Suprema de Justicia declaró la inconstitucionalidad de cuatro artículos clave de una polémica reforma del Poder Judicial impulsada por su gobierno.

El fallo del máximo tribunal apuntó contra la nueva composición y elección por voto popular de los miembros del Consejo de la Magistratura, el órgano encargado de la elección y remoción de los jueces.

«Ayer (por martes) nos dieron algún dolor, pero nos vamos a curar porque tenemos buenos remedios», dijo Fernández en un acto en la provincia de Córdoba, 800 kilómetros al norte de Buenos Aires, en su primera referencia pública al fallo de la Corte Suprema.

Propuesta por la presidenta Fernández, el Congreso –el oficialismo controla ambas cámaras– aprobó a principios de mayo una ley de reforma judicial que entre otros puntos elevaba de 13 a 19 los miembros del consejo. El mismo estaría integrado por tres representantes de los jueces, tres de los abogados, seis académicos, seis legisladores (4 de la mayoría y dos de la minoría) y un delegado del Poder Ejecutivo. La otra novedad era que los miembros de las tres primeras categorías no serían elegidos por sus pares sino por el voto de los ciudadanos, teniendo en cuenta el peso de las mayorías y minorías electorales.

La elección de los consejeros estaba prevista para las primarias abiertas del 11 agosto, en las que se definirán los candidatos para las elecciones legislativas del 27 de octubre.

Con el voto de seis de sus siete miembros, la Corte Suprema declaró inconstitucionales los artículos mencionados de la ley porque «compromete la independencia judicial al obligar a los jueces a intervenir en la lucha partidaria», como argumento central.

Tras conocerse el fallo, el gobierno a través de distintos funcionarios manifestó que acataría la resolución.

«Más temprano que tarde los argentinos van a poder votar democráticamente a todos los órganos políticos de la Constitución argentina», sostuvo la presidenta.

Con el argumento central de que los jueces son los únicos funcionarios públicos que no se someten a la voluntad popular y que al no rendir cuentas se vuelven permeables al poder de las corporaciones, la presidenta envió al Congreso el proyecto de reforma, que también incluye otros aspectos controvertidos como el que limita las medidas cautelares contra el Estado.

La oposición denunció que el verdadero motivo que perseguía el Poder Ejecutivo con la reforma era «domesticar» a los jueces justo en momentos en que varios funcionarios son investigados por supuesta corrupción. La relatora especial sobre la independencia de los magistrados y abogados de Naciones Unidas, Gabriela Knaul, también advirtió que los cambios promovidos por el kirchnerismo ponían en jaque a la independencia judicial.

El máximo tribunal consideró en su resolución que cualquier cambio sobre el consejo de Magistratura deben implementarse a través de una reforma de la Constitución.

«Las reformas vienen indetenibles porque indetenible es la voluntad popular, la voluntad de participar y la voluntad de decidir del pueblo argentino», concluyó la gobernante.

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