Manifestantes brasileños marchan hacia estadio en que se miden Japón y México

Río de Janeiro, 22 jun (EFE).- Unos 15.000 manifestantes iniciaron hoy una marcha hacia el estadio Mineirao de la ciudad brasileña de Belo Horizonte, en donde Japón y México se miden por la Copa Confederaciones, para protestar por los elevados gastos del gobierno con eventos deportivos y exigir mejores servicios públicos.

Los manifestantes critican las costosas inversiones y los posibles desvíos de recursos públicos en la construcción de los estadios que la FIFA exigió para Brasil como sede de la Copa Confederaciones, que comenzó hace una semana, y del Mundial de 2014.

La protesta en Belo Horizonte, una de las tantas que sacuden a Brasil desde la semana pasada, es la mayor entre las convocadas para este sábado pese a la propuesta de diálogo que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, extendió la víspera a los manifestantes.

Ni el pronunciamiento de la jefa de Estado en el que propuso un pacto nacional para mejorar los servicios públicos ni la reducción de las tarifas de transporte público, que era la reivindicación inicial de los manifestantes, han convencido a los brasileños para poner fin a sus manifestaciones.

Pese a que perdieron intensidad desde la multitudinaria jornada del jueves, cuando cerca de 1,2 millones de personas salieron a la calle en un centenar de ciudades, las protestas prosiguieron hoy en al menos 70 municipios, entre ellos 7 capitales regionales.

Los manifestantes en Belo Horizonte se concentraron en la céntrica Praça Sete y anunciaron su intención de marchar hacia el Mineirao pese a la advertencia de la Policía de que no permitirá que se acerquen a menos de tres kilómetros del estadio.

Pese a la protesta, los espectadores que acudieron al Mineirao llegaron sin complicaciones al estadio e ingresaron en un clima festivo al partido.

Los manifestantes también organizaron una serie de protestas en Salvador, en donde Brasil e Italia se miden también por la Copa Confederaciones, pero las convocatorias no tuvieron mucho éxito y pocas personas se mostraron dispuestas a generar alguna complicación en el partido disputado por la selección brasileña.

La protesta en Belo Horizonte también está dirigida a criticar un proyecto de ley impulsado por un polémico diputado y pastor evangélico para autorizar a psicólogos a ofrecer tratamiento para «curar» a los homosexuales.

Además de Belo Horizonte, las mayores manifestaciones de este sábado se registraron en Sao Paulo y en Goiania, en donde las protestas estaban dirigidas a una enmienda constitucional que el Congreso pretende aprobar para reducir la capacidad de investigación del Ministerio Público, lo que, según los manifestantes, incentivaría la impunidad y la corrupción.

Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas de transporte público, pero ganaron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en la salud y la educación pública, y críticas contra la corrupción y los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.

Pese a que varias alcaldías, incluyendo las de Sao Paulo y Río de Janeiro, ya anunciaron la reducción de los pasajes de autobús, metro y tren, los manifestantes mantuvieron sus protestas y las del jueves fueron las más numerosas hasta ahora.

Las autoridades prevén que las manifestaciones pierdan intensidad tras el pronunciamiento de anoche en que la presidenta convocó a los manifestantes al diálogo y propuso un gran pacto nacional para discutir mejorías en los servicios públicos. EFE

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