Comunidad judía argentina critica al Gobierno en homenaje a la AMIA

Buenos Aires, 18 jul (EFE).- Miembros de la comunidad judía argentina recordaron hoy a las 85 víctimas del atentado de 1994 contra la AMIA, reclamaron justicia y señalaron que «los muertos no se negocian» al criticar un pacto firmado por el Gobierno de Argentina con Irán para investigar el acto terrorista.

El homenaje comenzó a las 9.53 hora local (12.53 GMT), cuando una sirena sonó en las calles de Buenos Aires a la misma hora en que hace 19 años un coche bomba redujo a escombros la sede de la Asociación Mutualista Argentina (AMIA).

El acuerdo con Irán «no servirá para aclarar la verdad» y será «contraproducente», afirmó el presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, en su intervención frente a la sede de la entidad.

Jmelnitzky exigió el fin de la impunidad y tildó de «inconstitucional» el acuerdo con el Gobierno iraní impulsado por la presidenta argentina, Cristina Fernández, ausente por segundo año consecutivo de la ceremonia conmemorativa del atentado que causó la muerte a 85 personas y heridas a unas 300 el 18 de julio de 1994 y es atribuido a grupos iraníes.

El memorándum de entendimiento, ratificado a principios de 2013 y aprobado por el Congreso argentino, contempla que los sospechosos iraníes, entre ellos miembros y exmiembros del Gobierno, sobre los que pesan órdenes de captura internacional, sean interrogados por jueces argentinos en Teherán.

También establece la creación de una comisión de la verdad que analice toda la documentación aportada a la causa, pero cuyas conclusiones no serán vinculantes.

Las autoridades iraníes, sin embargo, se han negado a que algunos de los acusados, como su ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, se sometan a las indagatorias de los jueces argentinos y su Parlamento no ha dado por ahora el visto bueno al acuerdo.

«Nuestro país nunca encontró en Irán voluntad para aceptar las resoluciones de la justicia argentina y las minusvaloraron hasta el punto de convertir a los victimarios en víctimas», subrayó Jmelnitzky, quien señaló que sus críticas no tienen un trasfondo partidista.

El presidente de la AMIA denunció la intervención del canciller argentino, Héctor Timerman, que es judío, en la negociación del acuerdo con Irán y los asistentes lo abuchearon al escuchar su nombre.

Tanto la AMIA como la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y los familiares de las víctimas pidieron «poner fin a la impunidad» y recordaron que no ha habido avances en la causa en Argentina en los últimos tres años.

Sofía Guterman, madre de uno de los fallecidos, fue la voz más crítica.

«El día 18 de julio de 1994 nos convertimos en militantes de un partido al que nunca hubiésemos querido afiliarnos», dijo Guterman, «pero ese partido sólo tiene una cláusula inviolable: los muertos no se negocian».

«Es una utopía pensar que Irán va a entregar a sus hombres o admitir su responsabilidad. Está hecho para garantizar la impunidad de los criminales», añadió Guterman.

«Señor canciller, ¿qué cambió desde 2007? Sólo una cosa, la dirección del viento», increpó la oradora a Timerman al denunciar el cambio de postura del Gobierno en los últimos años.

Un mural con fotos y nombres en la pared de la reconstruida sede de la AMIA da testimonio en este 19 aniversario del recuerdo de la comunidad a todos los fallecidos.

Cerca de allí, en una de las plazas del porteño barrio de Almagro, se instaló por primera vez una «Cabina de la memoria», con una pantalla y una plataforma móvil que intenta recrear sensorialmente la impactante experiencia de haber vivido el atentado.

El ataque contra la sede de la AMIA fue el segundo contra la comunidad judía en Argentina, después de que una bomba frente a la embajada israelí causase 29 muertos en 1992.

La Justicia argentina atribuyó a Irán y a Hizbulá la planificación y ejecución del atentado. EFE

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