Máximo jefe militar dice que EE.UU considera el uso de la fuerza en Siria

Washington, 18 jul (EFE).- Estados Unidos está considerando el «uso de la fuerza» en Siria, pero no ha llegado a una decisión al respecto, dijo hoy el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general de ejército Martin Dempsey.

El oficial militar de más alto rango en EE.UU. concurrió hoy a una audiencia del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado donde se discute su confirmación por otros dos años al frente del Estado Mayor Conjunto.

Dempsey señaló que «el asunto está bajo deliberación en el seno» de las «agencias del Gobierno», pero no dio más detalles.

«La decisión sobre el uso de la fuerza es una decisión que corresponde a nuestros funcionarios elegidos», añadió Dempsey. «Sería inadecuado que yo trate de influir en la decisión dando en público una opinión acerca de qué tipo de fuerza deberíamos usar».

Durante la audiencia, el senador republicano de Arizona, John McCain, criticó lo que él describió como la resistencia del Gobierno del presidente Barack Obama a una intervención militar en Siria y acusó a Dempsey de hacer «piruetas» en su posición acerca del asunto.

«La situación (en Siria) es ahora mucho peor que hace dos años cuando usted y (el subjefe del Estado Mayor Conjunto) el almirante James Winnefeld asumieron sus cargos», dijo McCain.

Dempsey reiteró que hay riesgos en una intervención y McCain le replicó que en febrero el oficial estaba de acuerdo con dar armas a los rebeldes sirios, en abril se opuso a hacerlo y ahora apoya los planes del presidente Obama para entregar esa ayuda.

«¿Cómo explicamos estas piruetas?» preguntó McCain.

«No acepto el término de piruetas», respondió Dempsey.

«Acepto sí la expresión de que ‘hemos adaptado nuestro enfoque sobre la base de lo que sabemos acerca de la oposición'», añadió el general. «A comienzos de año hubo un período en el cual yo creí firmemente que los grupos extremistas estaban prevaleciendo en el seno de la oposición», argumentó.

El conflicto en Siria estalló en marzo de 2011, con revueltas contra el régimen del presidente Bachar al Asad, y ha provocado desde entonces la muerte de al menos 93.000 personas y un éxodo de desplazados que supera ya los dos millones, según datos de Naciones Unidas. EFE

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