Homs, la capital de los rebeldes, cae en poder del gobierno sirio

El Ejército sirio recuperó, este lunes, un barrio rebelde clave de Homs, tercera ciudad de Siria y uno de los símbolos de la rebelión, al término de una violenta ofensiva de un mes, que le permite al gobernante Bashar Al Assad atribuirse una nueva victoria.

La caída del barrio de Al Jalidiyeh, apodado la «capital de la revolución», es una dura derrota para los rebeldes, que controlaban el sector desde septiembre de 2011, casi dos años.

Se trata del segundo éxito militar para el régimen en menos de dos meses, después de la conquista, el 5 de junio pasado, de la ciudad de Al Quseir, provincia de Homs, que estuvo bajo control rebelde durante un año.

Al igual que Al Quseir, Al Jalidiyeh cayó luego de intensos bombardeos y con la ayuda crucial de las milicias del movimiento chiita libanés Hezbollah.

«Las fuerzas armadas restablecieron la seguridad y la estabilidad en todo el barrio de Al Jalidiyeh», anunció el mediodía del lunes la televisión estatal siria, que mostró imágenes de importantes destrucciones en el sector.

El ejército «aplastó los últimos reductos de los terroristas y desmanteló decenas de cargas explosivas que habían colocado en las casas y las calles», informó, por su parte, la agencia oficial siria SANA.

«Purificamos la zona de terroristas desde esta mañana», afirmó un oficial sirio entrevistado por la televisión estatal. El régimen califica como “terrorista” a la oposición al régimen.

La toma de Al Jalidiyeh, uno de los lugares emblemáticos de la rebelión, significa que ya casi no quedan obstáculos para que las tropas del Gobierno controlen totalmente Homs.

Las últimas trincheras rebeldes se encuentran en la Ciudad Vieja de Homs. Además de su impacto simbólico, la toma total de Homs permitiría al Gobierno restablecer el control de la carretera que va del Damasco hacia el litoral.

La guerra civil siria ya causó la muerte de más de 100.000 personas, de acuerdo con un reciente balance de las Naciones Unidas.

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