Gran afluencia de refugiados crea tensión en Alemania

BERLIN (AP) — Daniel Krawczyk está convencido que ocurrirán cosas malas en su barrio de Berlín una vez que lleguen los refugiados: «Entrarán a la fuerza a nuestros sótanos», dice, «robarán los teléfonos celulares de nuestros hijos, traerán crimen y violencia y nos quitarán nuestros empleos».

El empleado de limpieza de 29 años que vive en las afueras del este de Berlín está entre muchos residentes locales irritados por los planes de la ciudad de convertir una escuela secundaria vacía en un centro para hasta 400 buscadores de asilo, parte de la creciente oposición a albergues de refugiados en todo el país.

La mentalidad en Alemania de que el bote está repleto está encontrando eco en el gobierno: «Incluso un país económicamente fuerte como Alemania encuentra un problema considerable» en la afluencia de inmigrantes, dijo recientemente el ministro del Interior Hans-Peter Friedrich, en un aparente intento de reflejar el temor de los votantes a dos meses de las elecciones generales. Mientras tanto la extrema derecha está explotando los temores que provocan los refugiados, buscando nuevos partidarios mientras sus miembros participan en protestas contra nuevos albergues para quienes buscan asilo.

Aproximadamente 43.000 personas solicitaron asilo en Alemania en los primeros seis meses de 2013, casi el doble de los cerca de 23.000 que lo hicieron en el mismo período de 2012. Aunque la cifra es mucho menor de los cientos de miles que desembocaron en Alemania en el apogeo de las guerras en la entonces Yugoslavia en la década de 1990, ciudades alemanas aún se encuentran batallando para hacer frente a la afluencia de refugiados recientes, principalmente de Siria, Chechenia y Afganistán. Alemania es el principal destino de refugiados a la Unión Europea, seguida de Suecia, Francia y Gran Bretaña, naciones todas que también recibieron miles de solicitudes de asilo durante los últimos meses.

Berlín en particular está padeciendo; algunos de sus albergues están tan sobrepoblados que las camas para recién llegados son colocadas en ocasiones en pasillos y salones comunitarios. En la primera mitad del año, 2.300 refugiados nuevos llegaron a la capital alemana, en comparación con 1.180 en el mismo período del año previo. Aunque los estados alemanes pagan pensión completa, son los gobiernos de las ciudades, a menudo en quiebra, los que tienen que adelantar los pagos. En ocasiones deben endeudarse para atender a los refugiados.

Las protestas contra nuevos centros de asilo no se restringen únicamente a Berlín, han brotado por toda la nación conforme llegan más refugiados.

En Sachsenheim, cerca de Stuttgart, residentes locales se manifestaron contra la planeación de un centro para 60 refugiados. Aunque el albergue sí se abrirá, funcionarios de la ciudad lo limitaron a 37 refugiados, con el resto yendo a otros sitios.

En esta fotografía del 25 de julio de 2013, un refugiado recibe comida para un campo de refugiados manifestantes, en Berlín, Alemania. (Foto AP/Gero Breloer, archivo)
En esta fotografía del 25 de julio de 2013, un refugiado recibe comida para un campo de refugiados manifestantes, en Berlín, Alemania. (Foto AP/Gero Breloer, archivo)

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