Argentina: Surge nuevo líder opositor a Fernández

BUENOS AIRES (AP) — Un nuevo escenario político se abre en Argentina tras las primarias del domingo previas a las elecciones legislativas de octubre, al haber retrocedido el apoyo al oficialismo y surgido un disidente peronista como muy posible aspirante a la presidencia en 2015.

En la provincia de Buenos Aires, la de mayor peso electoral del país, Sergio Massa demostró que no estaba equivocado al desafiar a Martín Insaurralde, el candidato de la presidenta Cristina Fernández, en estos comicios en los que más de 30 millones de argentinos eligieron a los candidatos para las elecciones legislativas del 27 de octubre.

Massa, de 41 años, es el exitoso alcalde del municipio bonaerense de Tigre y fue miembro del gobierno de la mandataria. Al conocer su triunfo con 35, 05% de los votos y más de cinco puntos respecto a Insaurralde, el precandidato del Frente Renovador se comprometió a combatir desde el Congreso la inseguridad y la inflación, dos de las principales preocupaciones de los argentinos. Además dio a entender que sus aspiraciones políticas no terminan en la banca de diputado nacional para la que se postula.

Estas elecciones «son el preludio del 2015», ya que se han posicionado los principales aspirantes a suceder a Fernández, dijo a The Associated Press Jorge Giacobbe hijo, de la consultora Gioacobbe & Asociados.

Al haber triunfado en la provincia de Buenos Aires un peronista disidente, seguido por uno perteneciente a las filas del oficialismo, quedó claro además que el movimiento fundado por Juan Domingo Perón en 1945 sigue siendo la fuerza hegemónica en dicho distrito, clave para una victoria en unas elecciones presidenciales.

Por esta razón, las elecciones primarias se han convertido, según diversos analistas, en un escenario donde se define a los principales aspirantes a suceder al primer mandatario.

El peronismo es un movimiento político en el que conviven desde dirigentes que comulgan con la ideología de centro derecha hasta los que se consideran progresistas o centroizquierdistas, como la propia Fernández. En este abanico de tendencias, Massa muestra un talante más conservador que la mandataria.

Tras perder en su tradicional bastión, Fernández quedó definitivamente afectada, indicó Giacobbe, para quien «el ciclo» del kirchnerismo, la corriente peronista que en 2003 inauguró el presidente Néstor Kirchner y heredó su viuda y sucesora, «está terminando».

El resultado de las primarias dejó al oficialista Frente para la Victoria en «el pasado», dijo el lunes Massa en declaraciones radiales. La gente eligió a dirigentes que le dicen ‘basta a la confrontación» y realizan propuestas para un «país en paz», sostuvo el alcalde.

La derrota es amarga para Fernández, ya que ella acompañó a Insaurralde, un funcionario poco conocido, en muchos de los actos partidarios.

El diputado oficialista Fernando Navarro admitió que el kirchnerismo tiene que corregir algunas cosas. «Estoy seguro de que vamos a hacer un análisis para mejorar donde haya que hacerlo, profundizar en la gestión de gobierno, y en octubre vamos a poder mejorar este resultado y ganar la provincia de Buenos Aires para consolidarnos como la primera minoría a nivel nacional con un resultado muy superior al que obtuvimos ayer», sostuvo a Radio Del Plata.

Sergio Massa votando
Sergio Massa votando

El traspié electoral en el distrito bonaerense y otros importantes del país como Santa Fe, Mendoza, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires, también evidencia que el kirchnerismo no cuenta con el apoyo suficiente —dos tercios de votos en cada cámara— para intentar una reforma de la constitución que habilite a la mandataria a aspirar a un tercer mandato consecutivo. También muestra que carece por el momento del candidato capaz de perpetuar en el poder a la corriente que ella representa, dijeron analistas.

Aunque Massa es ahora centro de todas las miradas por ser el claro vencedor de estos comicios preliminares, está por verse si «podrá sostener el liderazgo que se requiere» para la nueva era política que se abrirá dentro de dos años en el país, señaló a la AP Mariel Fornoni, de la consultora Management & Fit. Algunos politólogos consideran a Massa un candidato vacío de contenido político.

Para Fornoni el triunfo del joven alcalde obedece más bien al incremento del descontento social en Argentina a raíz de algunos escándalos de corrupción que han salpicado a funcionarios y allegados de la presidenta, además de un creciente malestar por el deterioro de los servicios públicos y algunas políticas que han sido interpretadas como un avasallamiento a las instituciones. Los sondeos también reflejan una percepción negativa de la marcha de la economía entre los argentinos.

Según Fornoni, la gestión de Fernández tiene hoy 30% de respaldo y 59% de desaprobación. Esa caída del apoyo a la gestión de la mandataria se ha traducido el domingo en las urnas, ya que el oficialismo retrocedió 25 puntos respecto a las elecciones presidenciales de octubre de 2011, cuando Fernández fue reelegida con 54% de los votos.

Por otro lado, en estas primarias el oficialismo ha perdido cinco puntos respecto a las legislativas de 2009, cuando obtuvo 31% de respaldo y sufrió una derrota ante la oposición.

Si esta tendencia adversa se confirma en las próximas legislativas, al partido gobernante se le presenta un gran desafío para no perder el control del Congreso, especialmente si, tal como se vaticina, comienza a perder el apoyo de sus aliados, sabedores de que la presidenta no podrá perpetuarse en el poder, dijeron analistas.

Como es habitual en ella, la presidenta no ha dado signos de asustarse por el resultado adverso del domingo y está dispuesta a redoblar la apuesta y seguir detentando el poder político. «Vamos a seguir profundizando esta transformación porque es nuestra obligación», dijo la mandataria al señalar que no está dispuesta a modificar el rumbo de su gestión.

Los analistas creen que Massa a va a agrandar su ventaja con el oficialismo en octubre ya que va a atraer los votos de los electores que, aunque no le votaron en las primarias desean el fin del kirchnerismo. La mitad de los escaños (127) de la Cámara de Diputados y un tercio (24) del Senado, actualmente bajo control oficialista gracias también al apoyo de aliados.

En estas primarias, otras fuerzas como el socialismo, el radicalismo, la centroderecha y una coalición de partidos de centroizquierda derrotó al oficialismo en provincias como Santa Fe, Santa Cruz, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires.

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Foto AP

 

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