Oposición siria denuncia 1.300 muertes por ataque con gas sarín

Esta imagen de periodismo ciudadano proporcionada por el ComitÈ Local de Arben, que ha sido comprobada con base en sus contenidos y otras pesquisas de AP, muestra a un hombre sirio recibiendo atenciÛn en Arben, en Damasco, Siria, el miÈrcoles 21 de agosto de 2013. Las fuerzas del rÈgimen lanzaron ataques con intensa artillerÌa el miÈrcoles en los suburbios orientales de la capital, en lo que dos grupos opositores aseguraron fue un ataque con ìgas venenosoî que matÛ a decenas de personas. (AP Foto/Local Committee of Arbeen)

Estambul/El Cairo, 21 ago.- Un total de 1.300 personas murieron hoy en un ataque con armas químicas en varios distritos de la periferia de Damasco, denunció la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que solicitó una intervención urgente de la comunidad internacional contra el régimen de Bachar al Asad.

George Sabra, portavoz de la CNFROS, subrayó durante una rueda de prensa celebrada hoy en Estambul el carácter indiscriminado de los ataques y el empleo de armas químicas, extremo negado por Damasco.

«Los médicos presentes en la zona bombardeada de Guta creen que se podría tratar de gas sarín, por la forma en la que mujeres y niños murieron en sus casas», declaró a Efe Badr Yamus, secretario general de la Coalición, tras la rueda de prensa.

«No es la primera vez que ocurre un crimen de este tipo, y la comunidad internacional nunca hace nada. Pedimos que la comisión de Naciones Unidas, que se halla en Damasco, a apenas 10 kilómetros del lugar de los hechos, acuda a investigarlo, pero dicen que no pueden salir del hotel sin permiso del régimen», añadió Yamus. El equipo de 20 expertos en armas químicas de la ONU, encabezados por el sueco Ake Sellstrom, se encuentra en Damasco desde el domingo para investigar otros tres sitios donde supuestamente ya hubo ataques con armas químicas.

George Sabra pidió que la comunidad internacional convoque de forma urgente una conferencia para decidir acciones contra el régimen de Bachar al Asad, basándose en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.

Entre las medidas a adoptar citó la imposición de una zona de exclusión aérea y una amplia intervención humanitaria para ayudar a la población civil.

Además, exigió, la comunidad internacional debe urgentemente entregar armas al Ejército Libre de Siria (ELS), el frente rebelde que lucha contra Asad, armas que equivalgan en potencia y cantidad a las empleadas por el régimen, para poder hacerle frente, detalló Sabra.

«No pedimos esta ayuda: la exigimos porque es nuestro derecho y vuestro deber», remachó el portavoz de la CNFROS, tras denunciar la pasividad de la comunidad internacional.

«Mientras que Rusia sigue vendiendo armas de forma secreta o abierta a Siria, Irán le envía ayuda militar e Hizbulá sus milicias, los países que se llaman libres, nos han traicionado», clamó Sabra.

Otros grupos de activistas, entre ellos, Comités de Coordinación Local, afirmaron que cientos de personas murieron el miércoles en un ataque con armas químicas en suburbios del este de Damasco, basándose en los síntomas que sufrieron las víctimas. La disparidad en las cifras es común en los primeros instantes después de un ataque en Siria, donde el gobierno restringe el periodismo nacional y extranjero.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, dijo que hubo cañoneo intenso contra los suburbios de Zamalka, Arbin y Ein Tarma.

Dijo que activistas reportaron que las fuerzas del régimen dispararon «cohetes con ojivas cargadas con gas venenoso» en el ataque que mató a «decenas de personas».

Rami Abdul-Ramán, jefe del Observatorio, dijo que los activistas en el área informaron que «gas venenoso» fue lanzado con cohetes y también desde el aire. Agregó que las fuerzas del régimen emprendieron una extensa ofensiva contra suburbios del este y oeste de Damasco que están en manos de los rebeldes.

El gobierno sirio ha refutado las acusaciones de la oposición sobre el uso de armas químicas y dice que los rebeldes que buscan derrocar al presidente Bashar Assad han utilizado este tipo de armamento.

Mohamed Saíd, un activista en el área, dijo a The Associated Press por Skype que cientos de muertos y heridos fueron llevados a seis clínicas improvisadas en los suburbios orientales de Damasco.

«Esta es una masacre con armas químicas», dijo Saíd. «La visita del equipo de la ONU es una farsa… Bashar está usado las armas y diciéndole al mundo que no le importa».

Uno de los sitios que investigará el equipo de la ONU es el poblado de Jan al-Assal, al oeste de la asediada ciudad norteña de Alepo. Los otros dos sitios se mantienen en secreto por razones de seguridad.

De confirmarse el ataque químico del miércoles, sería la denuncia más grave desde el supuesto ataque del 19 de marzo en in Jan al-Assal donde perecieron al menos 30 personas. Assad y los rebeldes se culpan uno al otro de la agresión.

La revuelta en Siria comenzó en marzo de 2011 y se convirtió en una guerra civil. Desde entonces han fallecido más de 100.000 personas, de acuerdo con la ONU.

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* Esta imagen de periodismo ciudadano proporcionada por el Comité Local de Arben, que ha sido comprobada con base en sus contenidos y otras pesquisas de AP, muestra a un hombre sirio recibiendo atención en Arben, en Damasco, Siria, el miércoles 21 de agosto de 2013. (AP Foto/Local Committee of Arbeen)

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