Londres explica incautación de documentos al novio de Greenwald

LONDRES (AP) — El gobierno británico teme que el material incautado al compañero de un periodista de The Guardian ponga en peligro sus operaciones para combatir el terrorismo, dijo un asesor de alto rango de seguridad nacional este viernes, argumentando que los agentes de inteligencia en el campo podrían quedar expuestos a consecuencia de los datos.

Esta fue la primera vez que el gobierno británico ofrece una razón específica sobre por qué los servicios de seguridad y la policía están tan preocupados por el material incautado a David Miranda, compañero sentimental del periodista de The Guardian Glenn Greenwald. Miranda fue detenido en el aeropuerto de Heathrow e interrogado durante casi nueve horas bajo el amparo de la legislación contra el terrorismo a principios de este mes. El gobierno había dicho anteriormente que requería acceso a los archivos por razones de seguridad nacional.

Greenwald ha escrito historias basadas en el material filtrado por Edward Snowden, ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). Miranda, estudiante universitario de 28 años, se dirigía a su casa en Brasil después de viajar a Alemania, donde se reunió con Laura Poitras, una cineasta estadounidense que ha trabajado con Greenwald en los artículos sobre la NSA.

Oliver Robbins habló sobre las preocupaciones del gobierno ante el Tribunal Supremo de Gran Bretaña, diciendo que los 58.000 documentos clasificados del Reino Unido tienen muchas probabilidades de describir las técnicas utilizadas en las operaciones de combate al terrorismo y podrían revelar las identidades de los funcionarios de inteligencia del Reino Unido en el extranjero.

«El que la identidad de un funcionario de inteligencia sea revelada en forma distinta a la autorizada podría causar un daño real a la labor de seguridad nacional y a las agencias de inteligencia del Reino Unido«, dijo Robbins en una declaración presentada a principios de esta semana antes de una audiencia el viernes.

El editor en jefe de The Guardian, Alan Rusbridger, desestimó la declaración al indicar que contiene «afirmaciones infundadas e inexactas», y cuestionó el peligro, argumentando que el gobierno había hecho poco para resolver el problema antes de la detención de Miranda.

«La forma en la que el gobierno se ha comportado en los últimos tres meses contradice la imagen de urgencia y crisis que han pintado», dijo Rusbridger. «El gobierno afirma que en todo momento actuaron con la mayor urgencia a causa de lo que cree que es una grave amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, su comportamiento desde principios de junio, cuando se publicaron los primeros artículos Snowden en The Guardian, desmiente estas afirmaciones«.

La declaración surgió luego de que The Guardian y el gobierno acordaron permitir a las autoridades seguir revisando los documentos, siempre y cuando se tratara de razones de seguridad nacional. Sin embargo la decisión del viernes amplió ese mandato, al permitir que el material también sea revisado por «motivos penales específicos». El gobierno reveló la investigación penal sobre el material clasificado filtrado por Snowden a The Guardian durante una audiencia en un tribunal la semana pasada.

El acuerdo se produjo luego de que The Guardian presentó una demanda infructuosa la semana pasada para evitar que la policía revisara el material digital incautado a Miranda.

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