Insulza lamenta retirada de Venezuela de la Convención Americana sobre DD.HH.

Washington, 11 sep (EFE).- El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, lamentó hoy la retirada de Venezuela de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y aseguró que esta salida «debilita» al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Insulza subrayó en un comunicado que la Convención es la piedra fundamental en la lucha por promover la universalización del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, por lo que Venezuela «va en contra de ese objetivo y debilita al Sistema».

La salida, anunciada el 10 de septiembre de 2012 en una nota oficial por parte de Venezuela en la que denunciaba la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se formalizó ayer martes, un año después, 10 de septiembre de 2013.

El secretario general de la OEA recordó que el fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos no se logra denunciando su instrumento central, y sí «manteniéndose dentro del mismo e impulsando allí los cambios que se consideren necesarios para que la protección y defensa de los derechos humanos se lleven a cabo con mayor efectividad».

«Que otros países miembros no hayan suscrito o ratificado la Convención y sus principios fundamentales no debería ser motivo de desaliento ni de retroceso, sino más bien debe fortalecer nuestra voluntad de defender los Derechos Humanos de acuerdo a la Convención», agregó Insulza.

Por ello, Insulza reiteró que la permanencia de «la República Bolivariana de Venezuela en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos es fundamental para su fortalecimiento y por ende para la mejor protección de los derechos humanos en la región».

La salida de la CADH, que da base jurídica a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte de San José (CorteIDH), fue decidida por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez y secundada por su sucesor, Nicolás Maduro.

Maduro, quien asumió la Presidencia tras las elecciones de abril pasado, reafirmó su decisión al remarcar esta semana que tanto la CorteIDH como la CIDH «degeneraron y se creen un poder supranacional, por encima de gobiernos legítimos (…) un instrumento de persecución de los gobiernos progresistas». EFE

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