Brasil combate la hegemonía de EE.UU en internet

Rio de Janeiro (AP) — Brasil planea combatir la hegemonía de Estados Unidos en la internet después salir a la luz el espionaje en línea realizado por Washington, en una decisión que muchos expertos ven como un posible primer paso potencialmente peligroso hacia la desarticulación de una red global creada con interferencia mínima de los gobiernos.

La presidenta Dilma Rousseff ordenó una serie de medidas que apuntan a una mayor independencia y seguridad brasileña en internet tras las revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) interceptó sus comunicaciones, penetró la red de la empresa petrolera Petrobras de propiedad Estatal y espió a brasileños que confiaron su información personal a compañías de tecnología estadounidenses como Facebook y Google.

La mandataria brasileña está tan enojada por el espionaje que considera cancelar un viaje a Washington el próximo mes, cuando está programada una cena de Estado en su honor.

Expertos de seguridad y política en internet dijeron que la reacción del gobierno a información filtrada por el ex contratista de la NSA Edward Snowden es comprensible, pero advierten que podría llevar al internet a una especie de balcanización.

«La reacción global es apenas el comienzo y se tornará mucho más severa en los próximos meses», dijo Sascha Meinrath, director del Open Technology Institute en el centro de estudios New America Foundation con sede en Washington. «Esta noción de soberanía de la privacidad nacional va a ser un tema cada vez más importante en todo el mundo».

Si bien Brasil no propone prohibir que sus ciudadanos usen los servicios de internet con base en Estados Unidos, desea que su información sea almacenada localmente mientras el país asume mayor control sobre el uso del internet que realizan los brasileños a fin de protegerlos del husmeo de la NSA.

El peligro de autorizar ese tipo de aislamiento geográfico, dijo Meinrath, es que podría dar cuenta de populares aplicaciones y servicios inoperables de software y poner en riesgo la estructura abierta e interconectada de internet.

Los esfuerzos de la mayor economía de Latinoamérica por blindarse del espionaje digital de Estados Unidos no sólo podrían resultar costosos y difíciles, sino que podrían alentar a gobiernos represivos a buscar más control técnico sobre el internet para acallar la libre expresión en casa, dijeron expertos.

En diciembre, los países que abogan por una mayor «cibersoberanía» presionaron por tal control en una reunión del organismo Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en Dubai, en oposición de países de Occidente encabezados por Estados Unidos y la Unión Europea.

Bruce Schneier, experto en seguridad digital de Estados Unidos, dijo que si bien la respuesta de Brasil es una reacción racional al espionaje de la NSA, es probable que aliente a «algunos de los peores países a buscar más control sobre el internet de sus ciudadanos. Estos son Rusia, China, Irán y Siria. Es Túnez, es Egipto».

Rousseff informó que durante la reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas presionará a favor de nuevas reglas internacionales sobre privacidad y seguridad en hardware y software. Entre las revelaciones de Snowden: la NSA ha creado puertas traseras en software y servicios basados en internet.

Brasil ahora presiona con mayor agresividad que cualquier otro país para poner fin a la hegemonía comercial de Estados Unidos sobre el internet. Más del 80% de las búsquedas en línea, por ejemplo, son controladas por compañías con sede en Estados Unidos.

La mayoría del tráfico por internet de Brasil pasa por Estados Unidos, por lo que el gobierno de Rousseff planea tender cable de fibra óptica submarino directamente a Europa y también unir a todas las naciones de América del Sur a fin de crear lo que espera será una red libre del espionaje estadounidense.

Se espera mayor protección a la integridad de las comunicaciones una vez que Telebras, la compañía de telecomunicaciones operada por el Estado, trabaje junto con socios para supervisar el lanzamiento en 2016 del primer satélite de comunicaciones de Brasil, para tráfico por internet militar y público. El ejército brasileño de antemano se apoya en un satélite operado por Embratel, que controla el magnate mexicano Carlos Slim.

Rousseff exhorta al Congreso de Brasil a obligar a Facebook, Google y otras compañías a almacenar toda la información generada por brasileños en servidores ubicados físicamente en Brasil a fin de protegerlos de la NSA.

Si eso ocurre, y otras naciones siguen sus pasos, el balance de Silicon Valley podría ser golpeado por la pérdida de negocios y costos de operación más elevados: los brasileños se encuentran entre los consumidores más voraces de medios sociales, ocupando el tercer lugar en Facebook y el segundo en Twitter y YouTube. Un estudio realizado en agosto por una respetada organización estadounidense sin fines de lucro sobre política tecnológica calculó que la caída por el escándalo de espionaje de la NSA podría costar a la industria de Estados Unidos de computación en nube, que almacena información de manera remota a fin de dar a los usuarios un fácil acceso desde cualquier dispositivo, tanto como 35.000 millones de dólares en negocios perdidos para 2016.

Brasil también planea crear más puntos de intercambio por internet, lugares donde se transmite una gran cantidad de información, a fin de reducir el peligro de posibles intercepciones del tráfico de los brasileños.

Y su servicio postal planea crear para el próximo año su servicio de correo electrónico encriptado que pueda servir como una alternativa a Gmail y Yahoo!, que, de acuerdo con documentos revelados por Snowden, se encuentran entre los gigantes estadounidenses de la tecnología que han colaborado estrechamente con la NSA.

«Brasil intenta incrementar sus conexiones de internet independientes con otros países», indicó la oficina de Rousseff en una respuesta por correo electrónico a preguntas de The Associated Press sobre sus planes.

Citó un «acuerdo mutuo» entre Brasil y la Unión Europea sobre privacidad de información, y señaló que «las negociaciones están en curso en América del Sur para el despliegue de conexiones por tierra entre todas las naciones». Reveló que Brasil planea impulsar las inversiones en tecnología local y comprar exclusivamente software y hardware que cumple con las especificaciones del gobierno sobre privacidad de información.

Pese a que los detalles técnicos de los planes siguen pendientes, los expertos dicen que serán costosos para Brasil y a fin de cuentas pueden ser eludidos. Tal como la gente en China e Irán superan a los censores del gobierno con herramientas como «servidores proxy», los brasileños podrían burlar los controles de su gobierno.

Los espías internacionales, no sólo de Estados Unidos, también se adaptarán, de acuerdo con los expertos. Tender cable a Europa no hará a Brasil más seguro, dicen. Según reportes, la NSA ha interceptado cables submarinos de telecomunicaciones durante décadas.

Meinrath y otros argumentan que lo que se necesita en su lugar son fuertes leyes internacionales que hagan responsables a las naciones de garantizar la privacidad en internet.

«No existe nada viable que Brasil pueda hacer a fin de proteger a su ciudadanía sin cambiar lo que Estados Unidos está haciendo», dijo.

Matthew Green, un experto en seguridad computacional en Johns Hopkins, dijo que Brasil no se blindará de intrusiones al aislarse digitalmente. También habrá una desalentadora innovación tecnológica, agregó, al alentar al país entero a usar el servicio de correo electrónico encriptado promovido por el Estado.

«Es algo como un socialismo soviético de la computación», dijo, agregando que el «modelo (estadounidense) gratuito funciona mejor».

* Foto de Portada: ARCHIVO – En imagen del 12 de noviembre de 2007, varias personas usan el internet durante el Foro de Manejo de Internet en Río de Janeiro, Brasil. La presidenta Dilma Rousseff ordenó una serie de medidas que apuntan a una mayor independencia y seguridad brasileña en internet tras las revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos realizó espionaje en línea. (Foto AP/Ricardo Moraes, archivo)

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