Rusia acusará de piratería a miembros Greenpeace

Rusia (AP) — Investigadores de Rusia anunciaron que presentarán cargos de piratería contra activistas de Greenpeace que intentaron subir a una plataforma de perforación petrolera en el Artico y que es propiedad de la empresa estatal Gazprom.

Los activistas se encuentran en un barco de Greenpeace, el Arctic Sunrise, al que la Guardia Costera rusa detuvo y remolcó el martes hacia un puerto cercano a Murmansk.

Se desconoce cuántos de los 30 activistas procedentes de 18 países enfrentan cargos de piratería, que conlleva posibles sentencias de hasta 15 años de prisión y una multa de 500.000 rublos (unos 15.500 dólares).

La Comisión de Investigación, la agencia investigadora federal de Rusia, dijo el martes que interrogará a todos los participantes de la protesta y detendrá a los «más activos» de ellos.

Dos activistas intentaron subir el jueves a la plataforma Prirazlomnaya mientras otros los ayudaban desde pequeñas lanchas inflables.

La protesta de Greenpeace estaba dirigida a llamar la atención hacia los riesgos ambientales por la perforación de pozos petrolíferos en aguas del Artico.

«Cuando una embarcación extranjera llena de equipo técnico electrónico de propósito desconocido y un grupo de personas que se dicen miembros de una organización defensora de los derechos ambientales intenta nada menos que tomar por asalto una plataforma petrolera, surgen dudas lógicas sobre sus intenciones», dijo en un comunicado el portavoz de la Comisión de Investigación, Vladimir Markin.

Afirmó que los activistas representaron un peligro para los trabajos de la plataforma petrolífera.

«Este tipo de actividades no solo infringen la soberanía de un Estado, sino que pueden representar una amenaza para la seguridad ambiental de toda la región», expresó Markin.

Greenpeace insistió en que, de acuerdo a la ley internacional, Rusia no tenía el derecho de abordar su embarcación y carece de argumentos para presentar cargos de piratería contra los activistas.

«El activismo pacífico es crucial cuando los gobiernos de todo el mundo no han respondido a las advertencias científicas funestas sobre las consecuencias del cambio climático en el Artico y otras partes», afirmó en un comunicado el director ejecutivo de Greenpeace International, Kumi Naidoo.

«No nos dejaremos intimidar ni silenciar con estas acusaciones absurdas y exigimos la libertad inmediata de nuestros activistas», apuntó.

En tanto, Hernán Nadal, director de Movilización Publica de Greenpeace Argentina, confirmó el martes a The Associated Press que los argentinos Hernán Pérez Orsi y Camila Speziale están en el «Arctic Sunrise» y que no pudieron contactarse con sus familias.

Señaló que todos los activistas de la organización están incomunicados y que Greenpeace está a la espera de «que puedan subir los diplomáticos» de cada uno de los países de procedencia de los ecologistas «para que puedan darles la primera ayuda legal».

«Esperamos que los liberen en las próximas horas porque no hay motivos para que sigan retenidos», afirmó Nadal.

Nadal sostuvo que los activistas «están retenidos, no están bajo ningún cargo oficial». El barco de Greenpeace «estaba en aguas internacionales… con lo cual los mismos expertos de derechos del mar dicen que esto fue una maniobra ilegal por parte del gobierno ruso», sostuvo.

Un activista dijo a The Associated Press que agentes de la Guardia Costera rusa golpearon a algunos activistas tras subir al barco de Greenpeace.

El Arctic Sunrice se encontraba el martes anclado en una pequeña bahía cercana al puerto de Severomorsk, sede de la Flota del Norte de Rusia, 25 kilómetros (15 millas) al norte de Murmansk.

Greenpeace indicó que los activistas provienen de Argentina, Australia, Brasil, Gran Bretaña, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Holanda, Nueva Zelanda, Polonia, Rusia, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania y Estados Unidos.

Esta imagen distribuida por la organización ambientalista Greenpeace y tomada el lunes 9 de septiembre de 2013, muestra, de izquierda a derecha, a Sini Saarela, de Finlandia, Anthony Perrett y Phillip Ball, de Gran Bretaña, y Camila Speziale de Argentina, sentados en una "cápsula de seguridad" del navío Arctic Sunrise. La guardia costera rusa está remolcando a puerto al Arctic Sunrise luego de que efectivos armados lo abordaron luego de que los activistas protestaran contra la perforación petrolera en aguas del Artico. (Foto AP/Denis  Sinyakov, Greenpeace)
Esta imagen distribuida por la organización ambientalista Greenpeace y tomada el lunes 9 de septiembre de 2013, muestra, de izquierda a derecha, a Sini Saarela, de Finlandia, Anthony Perrett y Phillip Ball, de Gran Bretaña, y Camila Speziale de Argentina, sentados en una «cápsula de seguridad» del navío Arctic Sunrise. La guardia costera rusa está remolcando a puerto al Arctic Sunrise luego de que efectivos armados lo abordaron luego de que los activistas protestaran contra la perforación petrolera en aguas del Artico. (Foto AP/Denis Sinyakov, Greenpeace)
El barco Arctic Sunrice de Greenpeace, a la derecha, permanece detenido en una pequeña bahía cerca de Severomorsk, Rusia, el martes 24 de septiembre de 2013. Según las autoridades rusas, activistas de Greenpeace intentaron subir a una plataforma petrolífera en el Artico. (AP Foto/Efrem Lukatsky)
El barco Arctic Sunrice de Greenpeace, a la derecha, permanece detenido en una pequeña bahía cerca de Severomorsk, Rusia, el martes 24 de septiembre de 2013. Según las autoridades rusas, activistas de Greenpeace intentaron subir a una plataforma petrolífera en el Artico. (AP Foto/Efrem Lukatsky)

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