Al Shabab desmiente que la «Viuda Blanca» participara en el ataque

LONDRES –  La milicia radical islámica Al Shabab desmintió hoy que ninguna mujer de nacionalidad británica haya participado en el asalto al centro comercial de Nairobi. El desmentido tiene relación con Samantha Lewthwaite (a quien los medios de comunicación vinculan con el asalto a un centro comercial en Kenia) una británica convertida al Islam buscada por las autoridades kenianas y conocida por ser la esposa de uno de los terroristas suicidas de los atentados de 2005 en Londres.

A través de Twitter, el grupo fundamentalista negó «categóricamente» la participación en el ataque de Samantha Lewthwaite, conocida como «la viuda blanca» y esposa de uno de los terroristas suicidas de los atentados de 2005 en Londres, como indicó hoy la ministra keniana de Exteriores, Amina Mohamed.

Las autoridades del Reino Unido no han querido comentar la posible implicación de Lewthwaite en la toma de un centro comercial en Nairobi, pero la afirmación de la ministra keniana de Exteriores, Amina Mohamed, de que entre los terroristas hay una británica, ha alimentado hoy las conjeturas sobre su participación.

La ministra pareció apuntar directamente a Samantha Lewthwaite, al precisar que la mujer a la que se estaba refiriendo «ha hecho esto muchas veces anteriormente». Lewthwaite está desde hace tiempo en busca y captura por las autoridades keniatas, que le atribuyen la participación en al menos un atentado en Mombasa, capital turística del país.

Varios tabloides británicos empezaron ya el lunes a especular con la posible vinculación de Samantha Lewthwaite con el ataque al centro comercial de Nairobi. Algunos, como The Sun y The Mirror, se basaban en tuits publicados en nombre de la organización islamista somalí Al Shabab, supuesta organizadora del ataque. Otros, como el Daily Mail,citaban a fuentes anónimas de los servicios antiterroristas keniatas que especulaban en esa dirección.

Samantha Lewthwaite y Germaine Lindsay.
Samantha Lewthwaite y Germaine Lindsay.

Apodada por los medios como la «viuda blanca», Lewthwaite estaba casada con Germaine Lindsay, uno de los cuatro responsables de los atentados suicidas de Londres del 7 de julio de 2005 (7J) contra la red de transporte, en los que 56 personas perdieron la vida: 52 de ellos pasasjeros y los otros cuatro, terroristas suicidas,

Nacido en Jamaica en 1985, Lindsay hizo explotar la bomba que llevaba en su mochila en un tren de la línea de metro Picadilly, cerca de la estación de King’s Cross, casi al mismo tiempo que lo hicieron sus compañeros en otras líneas del metro y en un autobús urbano cerca del Museo Británico, en el centro de Londres.

Aunque sin antecedentes de terrorismo en el Reino Unido, Lewthwaite, de 29 años, es buscada por las autoridades de Kenia y, al parecer, habría viajado también a Somalia, de donde procede la milicia islámica Al Shabab responsable de la matanza de Nairobi, donde han fallecido más de sesenta personas.

Hija de un soldado británico, la joven creció en la localidad de Aylesbury, a las afueras de Londres, y es recordada por los que la conocieron como una chica tímida, ingenua e insegura.

«Yo la conocí cuando era pequeña. Era seguidora y no líder», dijo Raj Khan, concejal de Aylesbury, a la cadena británica BBC, sobre la facilidad con que al parecer se dejaba convencer.

Según Khan, la chica se hizo muy amiga de una familia musulmana que le ayudó a convertirse al Islám cuando tenía 15 años.

«Ella parecía estar muy orgullosa de llevar el velo, había un sentimiento de alegría en ella», dijo el concejal, que recordó después empezó a llevar una túnica que le cubría todo el cuerpo.

Su interés por el mundo islámico no terminó con su conversión, ya que en el año 2002 se apuntó a estudios religiosos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres.

Un año después conoció a través de internet a Lindsay Germaine, de origen jamaicano, y pocos meses después la pareja se casó.

En principio, los dos vivían en la localidad de Huddersfield, en el norte de Inglaterra, pero en septiembre de 2003 se mudaron a Aylesbury y tres meses después nació su primer hijo.

Cuando se produjeron los atentados de Londres, la joven estaba embarazada y dio a luz a su segundo hijo poco después, pero se desconoce si los pequeños viven en el Reino Unido con su familia.

Tras el 7J, la misma Lewthwaite condenó los atentados, que calificó de «detestables», y aseguró que las visitas de Lindsay a una mezquita donde había radicales le habían «envenenado».

«Era un hombre inocente, ingenuo y sencillo», relató en su día Samantha Lewthwaite al periódico sensacionalista «The Sun».

Sin embargo, poco tiempo después, la joven desapareció del Reino Unido y no mantuvo prácticamente contacto con su familia hasta que fue localizada en Kenia, donde al parecer se introdujo en la milicia somalí. Ahora los tabloides lo mismo sitúan a Samantha como cerebro del ataque de Nairobi que como una de las principales reclutadoras de Al Qaeda en el África Oriental y líder de un grupo de mujeres comprometidas con la guerra santa y cabecilla de un grupo de terroristas que atentaron con granadas contra un bar de Mombasa, la ciudad costera y centro neurálgico del turismo en Kenia.

Según alguno de los tabloides, Samantha se casó en segundas nupcias con Habib Ghani, de 28 años, nacido en Houslow, oeste de Londres, de padre paquistaní y madre keniana, y que llevaba varios años actuando supuestamente para grupos islamistas en África Oriental. Ghani, también conocido como Osama al Britani, habría sido ejecutado hace unos días en Somalia por militantes rivales junto al islamista estadounidense Omar al Hammami. Según escribió entonces el diario londinense The Daily Telegraph, Samantha Lewthwaite aprobó la ejecución del que aparentemente había sido su marido, del que por entonces ya se habría separado.

Sin embargo, en mensajes difundidos posteriormente al anuncio del final del asedio por el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, los fundamentalistas negaron a los rumores que apuntaban a la participación de Samantha Lewthwaite.

«No empleamos a nuestras hermanas en este tipo de operaciones», puntualizó Al Shabab.

«Tenemos un número suficiente de hombres jóvenes que están completamente comprometidos», añadió la milicia islamista.

También señaló que el Gobierno keniano «está capitalizando la historia de que una mujer supuestamente participó en lo ocurrido en ‘Westgate’ para adular al Gobierno británico».

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