Netanyahu intenta desacreditar a Rohaní y pide mantener las sanciones a Irán

Naciones Unidas, 1 oct (EFE).- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, intentó hoy desacreditar al presidente iraní, Hasán Rohaní, y su postura aperturista, y pidió mantener las sanciones contra Irán hasta que ese país ponga fin de forma total y verificable a su programa de armas nucleares.

Rohaní «es un lobo con piel de cordero», advirtió Netanyahu en la intervención que cerró el período de debates de la 68 Asamblea General de Naciones Unidas, en la que trató de neutralizar el mensaje de diálogo que el nuevo presidente iraní lanzó en la ONU y en EE.UU. en las últimas dos semanas.

El otro mensaje de Netanyahu fue a favor de mantener las sanciones internacionales contra Irán como única forma de lograr que ese país desmantele su programa nuclear.

«La comunidad internacional tiene a Irán contra las cuerdas. Si se quiere poner fin de forma pacífica al programa iraní de armas nucleares no hay que aflojar la presión, sino mantenerla», afirmó.

La pasada semana, en coincidencia con la estancia de Rohaní en Nueva York, Irán y el grupo 5+1 reanudaron el diálogo sobre el programa nuclear iraní y acordaron mantener conversaciones más detalladas en Ginebra el próximo mes de noviembre.

Además, la Casa Blanca ofreció a Rohaní un breve encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama, aunque los iraníes lo rechazaron, si bien al final ambos mandatarios hablaron brevemente por teléfono el pasado viernes.

En su visita a la Casa Blanca este lunes, Netanyahu ya pidió a Obama que desconfíe del deshielo emprendido por Rohaní desde que llegó al poder en agosto, y hoy trató de hacer lo mismo a escala global.

Las promesas iraníes de diálogo son «una estratagema» de Irán para desmantelar las sanciones sin poner fin a su programa de armas atómicas, insistió en el salón de la Asamblea General.

Así, repasó la trayectoria de Rohaní como secretario del Consejo Supremo Nacional de Seguridad de Irán (entre 1989 y 2005), en una época en que se produjeron atentados terroristas atribuidos a Teherán o sus aliados, entre los que mencionó el cometido en 1994 contra la mutua judía AMIA en Buenos Aires que causó 85 muertos.

Netanyahu explicó que en Irán «algunos presidentes son considerados moderados y otros más intransigentes», pero «todos sirven al mismo régimen despiadado» encabezado por el «dictador» que es el líder supremo de la revolución islámica.

Por ello, advirtió de que si el anterior presidente iraní, Mahmud Ahmadineyab, «era un lobo con piel de lobo», Rohaní «es un lobo con piel de cordero».

Netanyahu enumeró los elementos en los que, según él, se basa la estrategia de Rohaní: «primero, sonreír», después, «hablar de paz, democracia y tolerancia», y después ofrecer «concesiones huecas» a cambio de que se levanten las sanciones.

«Ojalá pudiera creer las palabras de Rohaní, pero no puedo», afirmó el líder israelí, quien apuntó a las «extraordinarias contradicciones» que su Gobierno percibe entre las palabras del presidente y las acciones que Irán ha llevado a cabo en los últimos años en su programa nuclear.

Netanyahu dejó claro que «Israel nunca tolerará armas nucleares» en manos de un régimen que predica la destrucción de su país, y advirtió de que si Irán logra acceder a ese tipo de armamento «Israel no tendrá otra opción que defenderse».

Por ello, subrayó en que «para prevenir la guerra mañana, debemos ser firmes hoy», y resaltó que «la única solución diplomática que funciona es que detenga completamente el programa de armas nucleares de Irán y le impida tener una en el futuro».

La política que Israel pide al mundo en relación a Irán es «desconfiar, desmantelar y verificar», insistió.

Con la intervención centrada casi exclusivamente en Irán, el primer ministro israelí dejó solo una pequeña parte del final al proceso de paz con los palestinos, relanzado con la reanudación de las conversaciones directas entre ambas partes en julio pasado gracias a la mediación de Washington.

Nentanyahu dijo que está dispuesto a lograr «un compromiso histórico» con los palestinos y hacer «concesiones dolorosas» para lograr la paz, pero aseguró que no ve esa misma disposición en los interlocutores. EFE

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