Trasladan a otra prisión a integrante de Pussy Riot tras huelga de hambre

Nadezhda Tolokónnikova, integrante del grupo «punk» ruso Pussy Riot y condenada a dos años de cárcel, fue trasladada este lunes a otra prisión, después de haber hecho una huelga de hambre, informaron los servicios penitenciarios rusos.

«Tolokónnikova ha sido trasladada de (la prisión) IK-14» de la república de Mordovia a otro penal, informó un portavoz de los servicios penitenciarios, citado por agencias rusas, sin especificar el nuevo lugar de reclusión.

La abogada de la chica, Irina Jrunóva, informó de que tenía planeado encontrarse hoy con Tolokónnikova en la prisión, pero no le fue posible.

«Nadia (diminutivo de Nadezhda) ya no está en la prisión. Cuando llegué, el fiscal me cogió de sorpresa al informar que Tolokónnikova no se encontraba. Le dijeron que había sido trasladada pero no sé sabe a dónde«, dijo.

Tolokónnikova reanudó la semana pasada su huelga de hambre alegando que las autoridades rusas habían incumplido su promesa de trasladarla a otro penal.

Según su marido, Piotr Verzílov, Tolokónnikova fue trasladada el pasado jueves del hospital en el que estaba en tratamiento al mismo penal en que estaba antes de ser hospitalizada por la huelga de hambre, que comenzó en protesta por las condiciones de reclusión.

El pasado 23 de septiembre, la chica denunció en la prensa rusa graves casos de violencia en la prisión IK-47 de Mordovia, donde cumple una pena de dos años, y se declaró en huelga de hambre.

Poco después fue trasladada a una celda de aislamiento por cuestiones de seguridad, tras denunciar amenazas de muerte, y más tarde a la enfermería del penal.

En su carta, Tolokónnikova, de 23 años y madre de un niño de 5, denunció los abusos, los malos tratos y las torturas a los que son sometidas las internas y también las amenazas de muerte por parte de la administración de la cárcel.

Tolokónnikova, Aliójina y Yekaterina Samutsévich, las integrantes de Pussy Riot, ésta última en libertad condicional desde octubre del año pasado, fueron condenadas a dos años de cárcel por «gamberrismo motivado por odio religioso», tras escenificar en febrero de 2012 una plegaria «punk» en el principal templo ortodoxo ruso, en Moscú.

Las Pussy Riot mantienen su inocencia e insisten en que su acción en la catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos. EFE

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