Yanukóvich contraataca con operación antiterrorista en Ucrania

Llamas y humo negro salen de barricadas de neumáticos incendiados durante un enfrentamiento entre manifestantes y policías en el centro de Kiev, Ucrania, el sábado 25 de enero de 2014. (AP Foto/Sergei Grits)

Kiev, 19 feb (EFE).- El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, contraatacó hoy al anunciar una operación antiterrorista en todo el país para frenar los desórdenes violentos que han causado al menos 26 muertos y cerca de un millar de heridos y comunicó la destitución del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Vladímir Zaman.

La destitución de Zaman, quien será sustituido por Yuri Ilín, hasta ahora jefe de la Armada ucraniana, fue hecha pública por la Presidencia después de que aquél negara la movilización de las tropas para poner fin a los desórdenes que desde la capital se han propagado a la zona oeste del país.

También en esta jornada se produjo el anuncio de una operación antiterrorista en todo el país, horas antes de la visita a Kiev de los ministros de Exteriores de Polonia, Francia y Alemania, quienes posteriormente informarán de sus gestiones a sus colegas de la Unión Europea (UE), que celebrarán mañana una reunión extraordinaria sobre Ucrania en la que estudiarán la posible imposición de sanciones.

Los ministros llegarán a una ciudad que ha elegido como bastión de las protestas antigubernamentales el Maidán, un lugar que hoy parecía una imagen de posguerra extraída de un viejo libro de historia, ya que las imponentes barricadas levantadas por los manifestantes por todo el centro de Kiev han sido reemplazadas por un amenazante cordón de fuego en torno a la plaza.

Los manifestantes, que cumplen esta semana tres meses de protestas antigubernamentales, están cercados desde anoche por los efectivos antidisturbios, lo que hace temer a la oposición la inmediata dispersión del baluarte opositor.

A esto contribuye el hecho de que el metro kievita está cerrado a cal y canto, al igual que muchos de los locales y negocios del centro de la capital, que está en virtual estado de sitio.

La euforia de los opositores ha decaído después de que la policía retirara varias líneas de barricadas, pero los más estoicos continuaron esta jornada reforzando las unidades de autodefensa con trozos de adoquines que desmenuzaban pacientemente con picos y martillos.

Hoy, en un mensaje a la nación, Yanukóvich afirmó que los dirigentes opositores «se pasaron de la raya cuando llamaron a la gente a las armas. Y eso es una clamorosa violación de la ley. Y los criminales deben comparecer ante la Justicia, que determinará su castigo».

«Ya no podemos devolver a los muertos. Ya hemos pagado un precio muy alto por las ambiciones de aquellos que aspiran al poder. Pero para que ese precio no sea aún más alto, hago un llamamiento a la cordura. Hay que sentarse a la mesa de negociaciones para salvar Ucrania», dijo Yanukóvich, que de madrugada se reunió con los dos principales líderes opositores, Vitali Klitschkó y Arseni Yatseniuk, quienes se niegan a llamar a sus partidarios a dejar las calles.

Mientras el presidente llamaba al diálogo, Alexandr Yakimenko, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, en sus siglas en ucraniano), anunciaba la decisión de lanzar en breve una operación antiterrorista en todo el país en la que podría participar el Ejército, según el Ministerio de Defensa.

Yakimenko justificó este paso en «la escalada de la confrontación violenta y el empleo masivo de armas de fuego por parte de grupos extremistas».

«En muchas regiones del país (los extremistas) toman sedes de los edificios gubernamentales, comisarias de policía, oficinas de los servicios de seguridad, fiscalías, unidades militares y arsenales», recalcó.

Además, añadió, «arden los tribunales de Justicia y los vándalos destruyen propiedades privadas y matan a ciudadanos pacíficos».

Según sus cifras, en las últimas 24 horas más de 1.500 armas de fuego y unas 100.000 balas han caído en manos de delincuentes.

Por otra parte, las imágenes de la violencia armada de ayer en Kiev y en otras partes del país han atraído la atención todo el mundo, al dejar 26 muertos, 16 manifestantes y 10 policías, aseguró Raísa Bogatiriova, titular ucraniana de Sanidad.

Según el Ministerio del Interior, los diez efectivos del orden murieron por heridas de bala, lo que ha dado pie a las autoridades a tachar a los manifestantes más radicales de delincuentes y terroristas.

En total, de acuerdo con el Comité de Instrucción del Ministerio del Interior, más de 800 personas resultaron heridas en los disturbios, la mitad policías, de los que 83 están hospitalizados con lesiones por arma de fuego.

A los que parece faltarles capacidad de reacción por vez primera desde el inicio de las protestas hace tres meses es a los líderes opositores, que, según muchos analistas, se han convertido en rehenes de la calle.

«Los trágicos sucesos del 18 de febrero no son un guión escrito por la oposición política ucraniana, que ha sido, es y será partidaria exclusivamente de formas de protesta pacífica», señala un comunicado emitido esta tarde por los tres partidos opositores con representación parlamentaria.

Los opositores niegan que llamaran a la gente a alzarse en armas, como denunció Yanukóvich, ya que «la muerte de cada persona es una tragedia».

«Antes que nada, Yanukóvich debe declarar una tregua total (…) y retirar los efectivos del Interior y las fuerzas especiales de las inmediaciones del Maidán», proclaman.

Las protestas antigubernamentales se han propagado al oeste de Ucrania, tradicional granero electoral opositor, donde grupos de manifestantes asaltaron y prendieron fuego a edificios oficiales, cuarteles y sedes del partido gobernante en las regiones de Lvov, Ivano-Frankovsk, Volinia, Rovno y Ternópol. EFE

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