Israel prefiere estabilidad en Siria a salida de Bachar al Asad

Washington, 5 mar (EFE).- El Ejército israelí da prioridad a que Siria se estabilice y se evite el asentamiento del radicalismo islámico a que el régimen de Bachar al Asad salga del poder, así como a lograr la paz con los palestinos siempre que se garantice la «seguridad», según indicó a Efe uno de sus portavoces.

El capitán Roni Kaplan, portavoz del Ejército israelí para medios en español, explicó en una entrevista con Efe en Washington que la inestabilidad y heterogeneidad de las fuerzas implicadas en la guerra civil en la vecina Siria es un desafío para Israel, que teme que el imprevisible enfrentamiento desemboque en la desintegración de ese país.

«La amenaza principal es que en el poder haya un día una persona que no es un interlocutor (válido)(…) Al Asad era malo conocido, pero conocido», indicó Kaplan.

Kaplan, que viajó a Washington en coincidencia con la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a EE.UU., explicó que Israel se está viendo rodeado por grupos como Al Qaeda en zonas de Siria o el Sinaí (Egipto) que están aprovechando la inestabilidad motivada tras las revoluciones de la llamada Primavera Árabe.

La guerra civil en Siria, en la que han muerto más de 136.000 personas, enfrenta a bandos heterogéneos: por un lado el Gobierno del presidente Asad, apoyado por la milicia chiíta libanesa de Hizbulá, y por otro grupos que van desde la oposición apoyada por Estados Unidos hasta fuerzas suníes vinculadas con Al Qaeda.

Kaplan, de origen uruguayo, reconoció que «no está claro qué es mejor para Israel» en el caso de que Siria siga siendo el campo de batalla «de mil grupos terroristas que se pelean unos contra otros».

El portavoz también recordó que Israel se enfrenta a un nuevo entorno regional debido a la inestabilidad derivada de las revueltas de la Primavera Árabe, sobre las que aseguró que «hay que dejarlas madurar» para ver las oportunidades hacia la democratización que puedan traer.

De acuerdo con Kaplan, «170.000 cohetes» de Hizbulá apuntan actualmente a Israel desde el sur del Líbano, otro punto de tensión expuesto a la inestabilidad siria y donde ahora hay desplegada una Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL).

En cuanto a las negociaciones de paz directas entre Israel y los palestinos que comenzaron en julio pasado, el portavoz sostuvo que a medida que avanzan se han detectado «más problemas de seguridad», sobre todo relacionados con «terroristas solitarios» cuyos objetivos son ciudadanos israelíes.

«Conforme las negociaciones avanzan vemos un aumento de ese tipo de terror que no es condenado» por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), precisó Kaplan.

Después agregó que «de algún modo» la ANP incita a la población a ese tipo de actos de terror, que se reflejan en disturbios o en el lanzamiento de grandes rocas contra los vehículos que circulan por las carreteras.

No obstante, Kaplan puntualizó que desde los acuerdos de Oslo la ANP «no apoya abiertamente» el terrorismo y sus sistemas de seguridad «luchan contra los intentos de Hamás de crecer» en el seno de la organización.

«Yo en lo personal soy optimista, ojalá que haya paz, es lo que quiere la mayoría de la población de Israel», afirmó.

Pero la gran pregunta es «si va a ser paz con seguridad», cuestionó Kaplan.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, se reunió el pasado lunes en la Casa Blanca con Netanyahu, a quien presionó para poder presentar antes del final de abril un documento marco que siente las bases de un acuerdo de paz definitivo entre israelíes y palestinos.

Próximamente, el 17 de marzo, Obama recibirá al líder de la ANP, Mahmud Abás, con ese mismo objetivo.

«Para Israel la cooperación con Estados Unidos es fundamental, hasta tal punto que es difícil exagerarla», recordó Kaplan. EFE

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